Reflexiones de una majara
Querido George

Hoy he dormido la friolera de quince horas. Al despertar, he leído un mensaje de mi prima, mi cómplice en tantas cosas. “Prima, que tengo insomnio y acabo de ver que George Michael ha muerto”.
No me he enterado de lo que me decía.
Tantas horas desconectada del mundo de los vivos me han dejado el cerebro atontolinado. Pero cuando ya era lo suficientemente persona como para hacerme mi Cola Cao, he releído esa frase.
Joder, qué tristeza, mi querido George.
Y he recordado, sin quererlo, “Wake me up before you go-go”. Me he visto a los doce años bailando con mis amigas en aquella primera discoteca de domingos por la tarde. A unas les gustabas tú, a otras tu compi Andrew. Yo, entre que era más de Tom Cruise y que siempre tuve un ojo tremendo para detectar el asunto gay, te amaba, pero solo musicalmente. Que ya es mucho.
Otro de los temas con los que nos descoyuntábamos en aquella pista negra rodeada de asientos horribles de polipiel y coronada por una bola de espejos, era “The Edge of Heaven”, que a mí me gustaba mucho más que el Güeikmiap.
Ye ye yeah, laralalalala. Take me to the edge of heaven, tell me that my soul´s forgiven… La busco en mi lista de Spoti y noto un sabor agridulce que supongo se pasará en unos días.
También allí nos sacaban los chicos a bailar las lentas, como “Careless Whispers”. Qué de morreos me pegaron a tu salud, querido George…
He visualizado perfectamente el día en el que me compré “The Final” en la tienda de discos de mi pueblo.
Era el último disco de “Wham!”. Una pena enorme.
No era consciente de que te reinventarías para seguir regalándonos canciones cada vez mejores. De que seguirías siendo parte de la banda sonora de mi vida durante muchos años.
Y en el 87 llegó “Faith” y respiramos tranquilos, ahí estabas diciéndonos que “I want your sex”, con barba de tres días, chupa de cuero, gafas de aviador y una cruz colgando del lóbulo. Me parecías tan maravillosamente hortera, querido George, y me gustaba TANTO bailarte bajo mi bola discotequera…
En el 96 yo cumplí los veintitrés, tú los treinta y tres. Te hiciste “Older”. Fue salir del armario y se te fue el horterismo. Tu apariencia ya era tan elegante como tu garganta. Aleluya.
Supongo que te encontraste, después de mucho buscarte. O quizás tú sabías dónde estabas desde hacía tiempo y te tenían escondido, por aquello del qué dirán.
Porque si ahora nos importa, inexplicablemente, con quién se acuesta el prójimo, en los 80, NI TE CUENTO. Nos contaste a los cuatro vientos que te iban los tíos (que conste que yo lo tenía clarísimo), nos hablaste del “Fastlove” y más tarde nos pediste que saliéramos “Outside”, como tú habías hecho.
Supimos de asuntos de tu vida que nos la traían bastante floja. Yo, mientras siguieras cantando, como si te cepillas a toda la guardia real sobre el césped de Buckingham Palace.
Tu canción con Aretha me alegra cuando estoy ñoña. Cómo me gusta ese dueto con Mary J. Blidge con el que me he despertado tantos días y que es mi canción favorita para maquillarme las pocas noches que salgo de marcha.
Porque yo, como tú, como todos, me he hecho mayor. Y hoy lo noto especialmente. Contigo se va un trozo de mi memoria. Otro más.
Ya no soy la niña con jersey Privata y tupé horroroso que te bailaba entre asientos negros de polipiel, ni la adolescente que imitaba tus movimientos provocativos, ni siquiera soy la jovenzuela que miraba embobada aquel vídeo en el que te disfrazabas de poli para descojonarte de los que viven escandalizados.
Soy una madre de cuarenta y tres tacos, bastante desquiciada, que cuando se queda sola, enciende una vela, se tumba en el sofá, y se relaja mirando el techo mientras escucha esa voz tuya de terciopelo.
Seguiré haciéndolo, querido George.
Gracias por todo.
Sublime…
Me ha encantado, aaayyyyy penaaaaaa penita aaa peeeeeeenaaaaaaa. Muy gráfica tu descripción de aquellos maravillosos años….
Gracias por el tributo al tío con el mejor directo del planeta (te lo dice otra de 43 con muchos conciertos encima)
Su concierto era una de esas tantas cosas pendientes…
Has puesto letra a lo que yo sentí anoche al enterarme…
Estoy en shock querida. Yo, como tú, he quemado muchas pistas con sus canciones. Era oírlas y un resorte me lanzaba hacia el centro de ellas y me transportaba al infinito y más alla. George….mi querido George eres parte de mi banda sonora. Por siempre, para siempre
Yo soy de tu generacion, y el ha formado parte de la BSO de mi vida ( se que suena, un poco …. pero es la pura verdad. Yo como tu ,y otros muchos mas lo seguiremos escuchando.