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Etiqueta: Outlander

OUTLANDER (o el Empotrador Escocés ha llegado para quedarse)

Ay, amiguis, que tenía yo unas ganas locas de escribir este post desde que descubrí a esa bestia parda que es Jamie Fraser. Yo aún no me explico cómo nadie me había obligado a ver “Outlander” a punta de pistola, sabiendo lo que me van a mi los Empotradores,  qué malas amigas tengo. Porque una cree que ha visto todo lo que merecía la pena cuando, de repente, aparece ese animal pelirrojo sobre su caballo y entonces lo sabes: EL SCOTTISH EMPOTRATOR HA LLEGADO PARA QUEDARSE.

Y es que el Fraser engaña en un principio: él va de buenecito, de inocente. Vale, arrea hostias como panes, pero tiene ese punto tierno que te va conquistando y, cuando ya suspiras por sus huesitos en plan romántico, se casa con Claire, le confiesa que es virgen Y LE PEGA UNA FORNICATIO QUE LA DEJA LOCA ( a ella y a nosotras, que babeamos como cerdas viendo semejante espectáculo). Comentando el polvazo nupcial con mis amiguis, una de ella soltó: “Claro, el escocés te escuece”. Y sí, toda la razón, porque este hombre te deja el chirri como una hamburguesa, no hay duda. Y si no, que le pregunten a Claire, que creo se sienta sobre un flotador desde la noche de bodas.

Vamos a ver, Jaimito, vamos a ver: no puedes ir mintiendo de esa manera por el mundo. Tú te has hartado a chingar, Y LO SABES. Porque nadie suelta esas embestidas así de primeras, chato. A mí no me engañas. No te culpo: te paseas en falda, es fácil de remangar, la gaita es débil, las escocesas no son tontas… Y pasa lo que pasa.

Sí, churri, no me mires así. Es lo que hay.

En lo analizado hasta ahora tenemos esa mezcla letal de ternura y embestida salvaje que, ya de por sí, es suficiente para dejarte pallá del todo, pero aún no hemos comentado el tema body.

VOY.

Diosmío, diosmío, diosmío. Esos oblicuos, esos pectorales. Os juro por mi vida que yo jamás me había fijado en las clavículas de un tío. HASTA QUE LLEGÓ JAMIE.

Pero, ¿habéis visto ese brazo?, ¿la cantidad de masa que hay entre pecho y espalda? El culo, AY, EL CULO.

Porque los de la serie no son tontos, NO, y lo plantan en bolas a la menor ocasión, da igual si en las Highlands están a diez bajo cero y Jaimito se nos queda tieso. Porque la audiencia manda, sí señor. Y la audiencia, en este caso, somos una panda de tías enajenadas con el cuerpazo del ginger este. Oye, que la historia está muy bien, y qué original el guión, madre de Dios. Que si la tía viaja en el tiempo, que si la guerra, que si los Jacobinos. Qué bien actúan. Que sí, que sí… pero que si no fuera por los kilos de carne que enseña este buen hombre, otro gallo le cantaría a la productora. Cobre lo que cobre, me parece poco. Sam, chato, pide aumento de sueldo, que te lo dan fijo.

Veis lo de las clavículas, ¿no?

Y es que “Juego de Tronos” ha hecho mucho bien: nos trajo buenorros a tutiplén (debo aquí nombrar a mi Jason Momoa, of course), polvazos a tutiplén y guantazos a tutiplén. Funcionó, y de qué manera. Y de aquellos barros, estos lodos llenos de músculos.

Sigamos con Jaimito: CÓMO BESA, SEÑORAS. Porque de todos es sabida la importancia del morreo, y él la explota. Morrea, fornica, morrea, fornica, morrea, fornica y así hasta el siglo XIX. Qué pena que lo del besuquearse pasara de moda a finales del XX.

ASÍ NOS VA.

No sé a vosotras, pero a mí me han entrado unas ganas de ir a Edimburgo  y alrededores que no son ni medio normales. Ya me estoy viendo entre castillos, montañas verdes y tíos con falda de cuadros, que dicen que debajo no llevan nada. Huy, huy, huy, qué pillines.

Desde aquí quiero hacer un llamamiento al Consulado de Escocia, o a la Asociación de Escoceses Buenorros o a la Cooperativa de Gaiteros de las Highlands. Propongo celebrar una reunión para acercar culturas, conocer un poco más de esas bonitas tierras, de esa historia que la serie nos ha descubierto y que tanto nos interesa. Eso sí, para que la cosa funcione, la delegación scottish deberá componerse en su totalidad por personas del género masculino, de entre 25 y 35 años, a poder ser pelirrojos, que frecuenten el gimnasio unas tres veces por semana y que asistan a esta celebración con el traje regional. Lo que viene siendo un encuentro hispano-escocés, que ojalá acabe siendo uno de hispanas-escocidas.

Por favor, las interesadas en asistir a dicho Congreso, apúntense en los comentarios. En breve anunciamos fecha y repartimos dorsales.

         
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