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Etiqueta: película

From Moscú to Comillas (historia de una adopción)

He escrito varios post con homenaje más o menos disimulado: a mis amig@s, a los besos, la risa, la música e incluso a la madre niuyorkina y al blog de Nacho López, oculto en un plato de lentejas  (Nacho, mi Yoda bloguero, he decidido sacar todos mis trapos, los sucios y los limpios. Sin autojuzgarme).

Hoy quiero hacerle un homenaje a LA MAGIA. Ni voy a escribir sobre David Copperfield ni sobre la magia romántica, que a estas alturas ya sabéis que el romanticismo y yo casi que no. Seguid leyendo que me voy explicando poco a poco…

Me encantan la música y el cine, ningún género en concreto. Me gusta lo que me hace sentir bien y eso varía según el día, aunque hay unos valores seguros: George Michael, Nina Zilli, “Love Actually”, “Pretty Woman” y aquella peli que me salvó la vida en Moscú…No es coña.

Algun@s ya sabéis que soy madre soltera, adoptiva y doble. Para llegar a ser tal barbarie, fueron necesarios tres viajes a la madre Rusia: uno para conocer a mis rubios estratosféricamente guapos, otro para que una jueza muy japuta decidiera si yo era apta para ser mamushka o no (tras una semana de retraso en el juicio) y otro viajecito que se alargó en la inmensidad porque a la Japuta no le salía del jilguero soviético entregarnos la sentencia para poder recoger a mis pollitos.

la foto

Mi estado emocional en esos momentos era lamentable: completamente sola en los Soviets, sin poder ver a los pollos en el orfanato, pensando que esperaban cada día que les recogiera, en el mierdihotel sin tele, sin ganas de leer, sin conexión a internet…Cuando, de repente, recuerdo que Yolanda, la traductora del juicio, me había dado la dirección de un cine en V.O., ¡ALELUYA! ¡Una peli en inglés será mi salvación! Y allá que me crucé yo todo Moscú en el metro con signos en cirílico, flipando in colours.

Y cuando llego al Cineruski casi me desmayo. Allí estaba, en el megacartel, en lo alto, LA PELÍCULA. ¡Una peli en español! Ya la había visto y me había encantado. En ese momento sentí algo parecido a lo que deben sentir los náufragos al avistar el navío salvador o los perdidos en el desierto al encontrar una cantimplora. Ahí tuve la certeza total de que el Universo, por alguna razón desconocida, me ama profundamente. Y pasé dos horas muerta de la risa, viendo caras ibéricas entre tanto jeto soviético. Oliendo los tomates, la paella, el chorizo…ví la luz. LA MAGIA me pegó una colleja y me recordó que el momento moscovita acabaría pronto y me llevaría a mis rubios a un país donde brilla el sol, vivimos descojonaos y comemos jamón del bueno.

Primos

Tan terapéutico fue, que al día siguiente volví a cruzarme la ciudad en un cirílico ya totalmente controlado para volver a verla. Y me moló más todavía.

Y el momento llegó. Y me los traje. A punto de aterrizar, me debatía entre el pánico a que el solazo españolo les derritiera la dermis de fototipo -7 y la alegría de llegar a Mi Isla. El avión sobrevolaba Es Vedrá, veía sus cabecitas rubias mirando por la ventana y tuve que llorar, que una no es de piedra. Ya podía oler los tomates, la paella, el chorizo…

24040110
Es Vedrá, Ibiza

Ni que decir tiene que me compré LA PELI y que la he debido ver unas 30 veces, ya sea para arreglar un mal día o para mejorar uno bueno. Es la única película de mayores que han visto mis hijos que saben que, cuando mami estaba muy triste en Moscú, fue a ver esa peli y le dió mucha risa.

Hay MAGOS que te teletransportan de la fría Rusia hasta Comillas para que te tomes un gazpacho y cantes en una verbena veraniega Paquito el Chocolatero, que saben observar lo cotidiano y convertirlo en extraordinario porque ellos mismos lo son.

Hay Magos que te salvan la vida en Moscú…GRACIAS

P.D.: Dedicated to my FAN.

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