(DES) propósitos de Año nuevo.

Hasta el toto estoy ya de querer hacerme vegana, meditar, adelgazar 5 kg., leer un libro al mes, ir peinada, llevar las uñas perfectas.
HAS-TA-EL-TO-TO.
Así que he decidido darle un giro a esto y ahora sí lo voy a conseguir, amichis. No os lo creeréis pero va a haber un antes y un después del 2016. He buscado en mi interior y he encontrado la respuesta a todas las preguntas, el origen de mi existencia. Sé de dónde vengo y ya veréis pa dónde voy. Alcanzaré el nirvana, POR FIN. Y para ello me dispongo a:
Empezar a beber: PERO YA. Quiero beberme unos vinos al final del día, emborracharme tras un mal de amores, tomarme unas cervezas veraniegas, bajarme unos cosmopolitans con las amigas. Que sé que no va a ser fácil, pero qué propósito lo es. Me esforzaré, llevaré mi cuerpo al límite y, a base de pimplar y pimplar, acabará gustándome. LO SÉ.
Suspender un examen: Qué jartura de tanta buena nota. Toda la vida lo mismo. Qué gusto me dará ver las caras de mis colegas cuando se lo diga. “He sacado un treeeeeeeees”, toda satisfecha.
Levantarme tarde. Quiero no poner el despertador, pero no un día, NINGUNO. Ver series hasta las cuatro de la mañana hecha una cerda en el sofá. Quiero que no me cunda el día, tatuarme la marca de las sábanas en el jeto, dejar de ser la primera ventana iluminada del barrio, no disfrutar el día, desayunar a las doce, comer a las cinco, cenar a las doce.
Ser mala madre: dejar de sufrir por los deberes de mis hijos como si fueran los míos, por si se han cepillado bien los dientes, por si llevan la ropa perfectamente planchada. Quiero que no haya leche y tengan que desayunar yogur, que se me olvide comprar sus galletas favoritas, que el uniforme esté sin planchar.
Organizarme como el culo: voy a quemar la agenda (la del móvil, la de papel, la del Outlook). Voy a hacer solamente aquello de lo que me acuerde, cuando me acuerde, si me acuerdo. El resto tampoco será TAN importante.
Hablar sin pensar: soltar lo primero que me salga y a ver qué. Que si no lo contengo por algo será. La discreción está sobrevalorada, así como la diplomacia.
Perder el tiempo: pero no para relajarme. NO. Ni pa eso. Voy a mirar al techo para absolutamente nada. Encefalograma plano, ni mente en blanco ni hostias. Me volveré más gilipollas de tanta inactividad cerebral.
Pasar del gym: si es que no me compensa, no me da energía, no me relaja. Yo lo que quiero es leerme el Cuore y en In Touch mientras como galletas Príncipe.
Ver pelis malas: bueno, malas o regulares, pero vamos, que no hace falta que tengan un oso de Berlín y tres Globos de Oro, ni una estructura súper original y dibujen las relaciones con una sensibilidad extrema. Si los personajes son planos tampoco pasa nada. Total, no contrastarán con la planicie cerebral que espero haber alcanzado a finales de 2016.