Los 10 Superpoderes de una SuperMadre cualquiera.
Justo antes de acostarme anoche, mi amiga Isa me envía un montón de citas escritas por madres en las redes sociales. Perlas como “Solo pido depilarme las dos piernas el mismo día. Por pedir que no quede” o “Estoy encerrada en el baño a ver si se les olvida que existo y se quedan dormidos solos…La esperanza es lo último que se pierde” me inspiraron para este post.
Si esto lo hubiera leído una No Madre habría pensado “qué graciosas y qué exageradas”, pero como yo soy una Sí Madre, lo mío fue “qué graciosas y se quedan cortas incluso”.

Está claro, las madres (biológicas o adoptivas, esto no depende de las hormonas) desarrollamos superpoderes pero de los de verdad, de los que nadie ve (rollo identidad secreta). Ríete de Los Vengadores (y mira que soy fan). De nuevo aquí las no madres… “qué graciosa y que exagerada”.
QUE NO, COÑO. Que si nos investigaran en serio, lo iban a flipar los de la NASA.
Estas son solo algunas de las Capacidades Mutantes que desarrollamos:
1. Velocidad sobrehumana: vas de compras en 10 minutos, preparas cenas en 7, planchas en 3, te duchas en 2, te peinas en… (no te peinas, punto).
2. Transformación física: pierdes los estribos y las pulsaciones se disparan, los ojos se inyectan en sangre, la respiración jadeante…Me convierto en un ser verde que pesa 300 kg capaz de destrozar edificios de un manotazo. Nadie lo ve, es verdad, pero yo lo siento. Soy Hulka Y DOY MIEDO. Eso, varias veces al día, CADA DÍA, con los desayunos, con los deberes, con las peleas entre hermanos, con…

3. Desarrollo indistinto de los dos hemisferios cerebrales: yo, que siempre fui de letrasmáspurasimposible, ahora controlo las mates que no es normal. También Naturales y Sociales (ahora denominadas Science) y las manualidades, todo ello en varios idiomas.
4. Fuerza Brutal: te subes tú solita la compra del súper, la de la frutería, la ropa del tinte, el regalo para el puto cumple del domingo, tu bolso y el abrigo.
5. Memoria letal: a la fuerza, claro. Acuérdate de: pedir hora para el médico; comprar el material para el disfraz del puto festival de final de curso; el sello para los putos deberes del mayor; el cinturón de judo del menor; avisar a la madre de Juan, de Ana y de Hugo de que iremos a su puto cumple; ojo que mañana van en chándal, pasado de uniforme y al siguiente vestidos de calle que es día especial…

6. Resistencia cósmica: no duermes más de 6 horas diarias, estás en pie desde las 7 de la mañana y no paras hasta las 11 de la noche, comes lo que puedes cuando puedes y oye, QUE NO TE PONES ENFERMA. NUNCA. O igual sí y ni te das cuenta…
7. Paciencia inusitada: yo, que nunca me caractericé por ser paciente sino por más bien todo lo contrario, he conseguido explicar la diferencia entre nombres comunes y propios diez veces seguidas sin que mi vástago entendiera una mierda y aún así no le he asesinado (ganas tenía, no lo niego), he estado 11 horas seguidas en el sofá esperando a que terminase 5 hojas de caligrafía. NO ES BROMA, DE 18.30 A 5.30. Los cojones de plomo no los he desarrollado con la maternidad, venían de serie.
8. Polivalencia sobrenatural: Puedes cocinar, sacar las cosas del lavaplatos, preguntarle las tablas al niño, hacer la lista de la compra mentalmente y cagarte en la madre que parió a la profe de mates un millón de veces y todo al mismo tiempo. Yo he llegado a hacer la compra por internet mientras le daba a la elíptica en el gym.
Y porque no tengo más tiempo, que ahora en diez minutos tengo que hacer la cena, ducharme y tender dos lavadoras, que si no sigo hasta mañana.
¿Y tú? ¿sabes de algún otro Poder Supermaternal?