Cinco lecturas para alegrarte la vida.

Compartir es vivir, y pocas cosas hay que alegren más la vida que un buen libro. Me pedís recomendaciones, y allá van unas cuantas que me han encantado:
Actos obscenos en lugares privados: esta novela de Marco Missiroli huele y sabe. Huele a sexo, pero del bueno, de ese que supone un antes y un después. Porque nuestra sexualidad nos define, por mucho que nos joda a veces. Missiroli escribe de una manera sumamente elegante, sensible y sincera. En la web de Zenda libros podéis leer un poco de esta novela que te mete en la piel del protagonista, en su cama y en sus mujeres. El erotismo y la sexualidad sirven como excusa para contar una historia que podría ser la de cualquiera. Cualquiera que viva de verdad, claro.
Middlesex: Eugenides escribió también “Las vírgenes suicidas”, que luego fue una peli de Sofía Coppola. Cal Stephanides, un hermafrodita, va trenzando la historia de su realidad actual con la de su genética. Narra ochenta años en la vida de una familia que emigra a Estados Unidos y nos muestra cómo somos consecuencia de las decisiones de otros que ni conocimos. Qué capacidad para reflejar las situaciones familiares más rocambolescas con total normalidad. La novela se llevó el Pulitzer en el 2003.
Patria: poco voy a decir de la novela de Aramburu que no se haya dicho ya. No la leí en su momento porque me aturdía tanta fama, pero la verdad es que se la merece. Lamentablemente, lo que cuenta nos afectó, y sigue afectando a todos los que vivimos en este país. Hay historias que nunca deberían repetirse.
Elogio del bistrot: cien páginas deliciosas, sobre todo para aquellos que amamos París y sentarnos en una mesa para contemplar la vida de la ciudad, libreta en mano, tomando nota de lo maravilloso que puede resultar lo cotidiano. Marc Augé ha descrito maravillosamente esos lugares que, para algunos, son un segundo hogar.
Minimalismo, de Élodie-Joy Jaubert: me gusta alternar la novela con lecturas prácticas. El minimalismo es una filosofía de vida que, básicamente, defiende el menos es más en nuestro día a día, no solo en cuanto a objetos, sino en cuanto a cualquier asunto que no sea imprescindible para tu felicidad: personas, situaciones, pensamientos,…
Y esto es todo, amiguis. De momento. Disfrutad de la lectura.