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Etiqueta: madre bloguera

The Happy End: historia de un masaje.

lasclavesdesol

Para escribir esto me he tenido que ir a un Starbucks al más puro estilo Carrie. La ocasión lo merece. Podría deciros que “le pasó a una amiga mía” pero no iba a colar, así que seré sincera.

Me encantan los masajes, no me canso de ser masajeada y mi día ideal SIEMPRE empezaría con un buen masaje. Me he dado masajes en varios países, en Tailandia ya ni os cuento. Con esto lo que quiero decir es que me han dado muchos masajes de muchos tipos, muchas personas.

En Madrid me aficioné a un sitio thai maravilloso y carísimo de esos que abren siete días a la semana, 14 horas al día. Pero hostia, me dejaba el sueldo, así que decidí probar masajes thai más plebeyos y un amigo me recomendó un local que me pareció cutre pero oye, a mitad de precio que las superthai.

Allá voy yo y qué alegría más grande cuando veo que por dentro es monísimo y muy zen.

Y aparece el masajista en cuestión: pelos rasta hasta la cintura y cejas depiladas rollo Spock.

SPOCK

Se me ha escapado una tribu urbana nueva, está claro. Me quedo un tanto patidifusa y pienso que o se recoge el pelamen o se le llenará de aceites esenciales.

Me lleva muy amablemente a la colchoneta colocada en el suelo que hará las veces camilla. No camilla, rastas hasta el jander… Empiezo a pensar en las posturas y en como lo vamos a hacer para que no me restriegue los mechones por el body (a estas alturas ya veía yo que el joven no se iba a hacer ningún tipo de recogido capilar).

rasta

Me pongo las bragas de papel rollo Dodotis (esto va mejorando) y allá que le espero yo boca arriba tapada con unas telas étnicas a juego con las rastas.

Y empezamos.

Rasta Spock tenía las manos totalmente congeladas, JODER. Me cabreo. Poco a poco se le van calentando.

Aquello no era tan thai como mis amadas thai carísimas pero bueno, su aceitito caliente, presión adecuada…

Y me pongo boca abajo.

Qué bien, ha llegado el momento. Tengo contracturas hasta en la rabadilla y el momento masaje espalda es siempre celestial. Además, Rasta Spock me había preguntado dónde las tenía. “Aquí”, había dicho yo, señalando mi lomo. No había pérdida. “Entre los omoplatos, sobretodo” había concretado, por si no percibía las contracturas tamaño mandarina. No podía fallar.

Mujeres del mundo que teneis una talla de sujetador superior a la 85 … Sabéis que cuando te pones boca abajo, el pechamen sale por los lados ¿no? Bien, yo no estoy precisamente plana, con lo cual por los lados sale BASTANTE. Pero el tema es que en los flancos no tengo contracturas, con lo cual las glándulas mamarias no habían molestado jamás para nada, HASTA QUE LLEGÓ RASTA SPOCK.

masaje
Prueba gráfica de tetamen asomando.

No me preguntéis en que Escuela Thai estudió, o donde se pensaba que estaban mis omoplatos.

Me masajeó los flancos, o sea la media teta que se me salía por ambos lados, aproximadamente 76 veces.

QUÉ MOMENTO, SEÑORES… ¿Qué hago?, ¿le digo algo?,  ¿se trata de un movimiento nuevo desconocido por las thai pero muy en voga entre los masajistas thai semijamaicanos?, ¿o me está metiendo mano descaradamente? Si ese es el caso ¿lo disfruto? Joder, desagradable no es, aunque el rollo Rasta Spock no es lo mío…

Decido relajarme y disfrutarlo, DE MOMENTO.

Ni que decir tiene que, llegado el momento, las contracturas que tengo en el culo las encontró y las trató, PERO A BASE DE BIEN.

Braga dodotis metida por el jander hasta el intestino y, hala, a amasar.

Acaba la manoseada trasera, volvemos a darme la vuelta. “Si por detrás me ha puesto fina, lo de por delante ya puede ser sideral”, pensé yo.

El chaval, muy profesional, me planta una toallita tapándome las tetas (las que ya me había manoseado hasta la saciedad) y ME BAJA LA BRAGA DODOTIS HASTA EL MÁS ALLÁ.

O sea, no me ves las tetas pero me estás viendo el jilguero. BIEN.

dafuch

Toca el masaje barriguil.

No sé donde pensáis que acaba la barriga por la parte inferior, pero yo os lo voy a aclarar: justo donde empieza la rajita. O sea, la parte superior del chirri pertenece al abdomen, al menos en la zona de Tailandia donde Rasta Spock estudió.

Os recuerdo que para más inri, yo estaba con los ojos cerrados, así que tampoco tenía muy claro por donde pasaba la mano, era todo un rollo sensorial. Pero vaya, que sensorialmente tengo muy claro donde tengo la barriga y donde el parrús.

el poder del pene

Ahí ya me empiezo a plantear seriamente que la cosa se puede desmadrar (aún más) y me vuelven a asaltar las dudas: ¿Y si baja más la mano?, ¿me dejo o le fostio? Por un lado la cosa era cachondona, pero cuando lo físico me ponía tontorrona, lo cerebral me recordaba el look Rasta Spock y la líbido se iba a tomar por c**o.

“Y yo que había venido a relajarme y me estoy contracturando aún más…”

Acabamos con la zona pélvica y vamos a la craneal.

Y ahí es cuando la problemática que yo había planteado al principio, se manifiesta. Rasta Spock sentado en la parte superior de la colchoneta, masajeándome pescuezo (por fin me toca alguna contractura alejada de mis zonas erógenas) y una de sus rastas dando paseíllos por mi jeto.

CANGONTÓ LO QUE SE MENEA.

¿Qué coño es una Madre Moderna?

Vamos terminando y el joven me envuelve cual rollito de primavera en las telas étnicas.

Él que me pregunta qué tal y yo medio adormilada, medio al borde del colapso le balbuceo que “Bien”, añadiendo mentalmente “¿y tú, cari, te has quedado a gustito?”

Y el colega que se abalanza para darme dos besos y yo, que por el desarrollo de los acontecimientos pienso que me puede meter la lengua hasta el duodeno.

No lo hace.

“Chato, si me besas, que tampoco es necesario (las thai no me besan JAMÁS), lo haces cuando esté vestidita y pagando y NO EN BOLAS HECHA UN CANELÓN.”

¿Qué coño es una Madre Moderna?

Ya vestida y por las calles no salía del shock. Y en estos casos lo mejor es llamar a una amiga. A poder ser a alguna que se vaya a descojonar.

-Mabel, querida, salgo de un masaje thai dado por un Rasta Spock y juraría que me ha pegado la metida de mano del siglo.

La otra se descojona, más por imaginar las rastas y las cejas together que porque me metan mano y encima pagando.

Le planteo varias preguntas :

– Tía y si la cosa hubiera ido más lejos, ¿qué hago? ¿me dejo?.

-Pues si te ape…

Siguiente cuestión:

– ¿Y le dejo propina?

no

– Pero qué dices tía, para nada. Que lo hace porque quiere. Si acaso te tiene que hacer descuento.

Joder, cuanta sabiduría encerrada en un cuerpo tan pequeño.

Pasados los días, cada vez tengo más claro que Rasta Spock se puso fino filipino y me asaltan más dudas… ¿vuelvo? La verdad es que me cobraron la mitad que las thai y tampoco estuvo mal. ¿Si vuelvo pensará que me ha gustado y quiero aún más?

En un momento dado y si lo negocio bien, podría sacar descuento a cambio de disimular y hacer ver que tengo contracturas en sitios donde no hay ni músculos. Al final, lo que más me molestó fue el paseo de su rasta por mi cara…

De repente recuerdo un capítulo de Sexo en Nueva York en el que Samantha se ofende porque un masajista buenorro no le provee del final feliz que le había dado a otras clientes. Con lo que me mola a mí la serie, Samantha y los finales felices.

Superintrépida, cojo el teléfono para pedir hora con Rasta Spock. Y le visualizo, tan Rasta y tan Spock. Y visualizo también al masajista buenorro de Samantha. Joder, nada que ver. Seamos realistas, yo nunca fui de sucedáneos.

Así que decido no llamar y volver a mis queridas thai. Sí, me cobran el doble, PERO ME ESTRESAN LA MITAD.

Se me ha muerto el chichi.

Se me ha muerto el chichi No es broma, no os riáis. Se me ha muerto el chichi, PERO DE VERDAD. Agonizaba desde hace tiempo, el pobre. Su declive comenzó hará unos seis años. Aún no sé si la falta de actividad fue causa o consecuencia de la enfermedad. Cada vez estaba más cansado, le daba más pereza ponerse en movimiento y, cuando lo hacía, era para luego arrepentirse. “Total, para ESTO…” solía comentar. Si queréis saber cómo sigue la historia, podéis leerla en mi blog hermano, Weloversize.

El Poder del Pene

el poder del pene

Cuando publiqué en Facebook cual era el tema de este post se produjo un fenómeno curioso: por un lado las hembras, muertas de la risa, me comunicaban su ansiedad por leer el contenido de tan singular título.

Lo de los machos fue diferente: ex-contrincantes que, de repente y sin venir a cuento, te saludan, te mandan besos… hasta que te das cuenta de que TIENEN MIEDO. Pero chicos, que no… que esto no va de una descripción de EL MIEMBRO. ¿Cómo podéis pensar eso de mí? Yo (casi) nunca haría eso…

Vamos a ver ¿conocéis hombres gays? La respuesta es “sííííí”, a coro y con orgullo. Que tener amigos gays es muy moderno. Ok, second question: ¿conocéis alguna lesbiana? El “sí” ya es menos coral: “sí, una de mi gimnasio…”, “mi prima tiene una amiga lesbiana…”. Haberlas, haylas, PERO MENOS. Ahí ya tenemos el primer indicativo de EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

Another question: ¿cuántos hombres gays conocéis que, una vez probado el género masculino, hayan vuelto al femenino? A coro de nuevo, NINGUNO. ¿Y amigas lesbianas, o puntualmente lesbianas que, probada una cosa hayan retomado la otra? PUES UNAS CUANTAS. ¿Por qué? por EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

El Pene es Poderoso, eso es así. Y me jode, no os creáis. Que esto no una apología de mi heterosexualidad o de las maravillas del Aparato Masculino. PARA NADA. Esto es una manifestación de un hecho que me sorprende, me fastidia y me hace partícipe porque, seamos honestos, su Poder se cierne también sobre mí.

Casi nadie es inmune a EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

Fijaos si el Pene es Poderoso, que Freud decidió que las tías vivimos permanentemente angustiadas porque nos sentimos castradas. Vamos, que por la falta de Pene vamos como vaca sin cencerro, como pollo sin cabeza. Sigmund cari, no seré yo la que te contradiga, pero es que pasados los años es bueno avanzar, adaptarnos a los nuevos tiempos y mira: yo he recogido algunos testimonios de féminas angustiadas, ansiosas, histéricas incluso y juraría que su trastorno mental (transitorio o no) responde más a la necesidad de castrar compulsivamente que a la de tener un rabo (propio) entre las piernas.

el poder el pene
La castrada (según Freud)

Y pensaréis que me estoy yendo del tema y he empezado hablando de EL PODER DEL PENE y ahora reniego de él. No, no, no, nooooooooooooo. Seamos claros, EL PODER DEL PENE existe, hemos que vivir con él. Hagámoslo de la mejor manera posible.

Mira que tengo amigos heteros y mira que me cuentan salvajadas. Y nunca me han hablado de una vagina. NEVER. En su caso, las TETAS son la(s) estrella(s), para bien o para mal. “ESE ES TU SUPERPODER”, me soltó uno no hace demasiado sin apartar la vista (y las zarpas) de ellas. Lo cual no deja de ser una paradoja, porque el pechamen suele ser un pasatiempo complementario al deporte principal o FORNICATIO. Curioso pues, que jamás se dediquen piropos a nuestros bajos y en cambio se hable tanto de nuestros altos.

el poder del pene

Busco justificación de estos feos hacia nuestras partes y descubro el término “Vagina Dentata”:  dícese de las vaginas con dientes de algunas mujeres. ¿¿¿¿¿¿¿CÓMOOOOOOOOOOOOORL????? Pues sí, hermanas, esta leyenda se contaba para avisar del peligro de fornicar con mujeres desconocidas. Aquí sí que flipo, pero me ilumino. VÁLGAME DIOS, que he encontrado la respuesta a todas nuestras preguntas. La leyenda de los chirris carnívoros ha pasado de generación en generación y así nos va. MISTERIO RESUELTO. Para las que os quedasteis cabizbajas y meditabundas con mi post sobre “Las Vírgenes Fingidas”, ya podéis respirar ¡EUREKA!

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Retrato aproximado de la “Vagina Dentata”

Las tías en cambio, ayyyyyyyyy LAS TÍAS.

Si hay algún macho leyendo esto… atentos señores, porque nosotras y nuestros amigos gays SÍ hablamos de Penes. Y MUCHO. Tamaño, forma, color, textura… TODO UN MUNDO. No pienso entrar en la polémica de si el tamaño importa. IMPORTA, Y PUNTO. Que si sabiendo usarla da igual la carencia…, que si como los ciegos desarrollan otras habilidades… Sí, sí, pero ¿a que todos queremos ver? PUES ESO.

No hay que ser muy list@ para deducir que a más Tamaño, más Poder. Vamos, como en casi todo en la vida.

el poder del pene

Otra manifestación de EL PODER son los monumentos. Esto es como lo del tamaño: el rey con el territorio más grande es el más poderoso, y también el que tiene más estatuas en su honor. PUES LO MISMO: escribes en Google “monumento fálico” y un Universo se abre ante ti: Japón, Islandia, Irán, Corea, etc. son plantaciones de Pepinacos gigantes.

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Con lazadas incluso.

Pero haz lo mismo con “monumentos a la vagina” y lo único que te sale es un descerebrao que se quedó atrapado en una estatua vaginal en Alemania. Y YA ESTÁ. Una sola referencia y es porque uno casi la palma atrapado en un coño pétreo.

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¿Qué coño buscaba ahí dentro?

Amig@s, no sabéis cuanto tiempo he esperado para publicar estas líneas. El pudor, el no saber cómo enfocarlo, la falta de concentración, el miedo a la crítica, me han frenado hasta hoy. Pero aquí está. Y ahora, más que en ningún otro post, espero vuestros comentarios. Esto proMETE…

De WhatsApps y otras especies

de whatsapps y otras especies

Era inevitable, La App se merece como mínimo un post.

Yo pensaba escribir unas líneas defendiéndola como recurso práctico cuando se usa con criterio y criticándola cuando se abusa de ella con mensajes inútiles o como sucedáneo de encuentros cara a cara pero, cual es mi sorpresa, cuando al googlear para documentarme un poco me encuentro con todo un mundo basado en el Ligoteo Whatssappeador.

Lo que más me llama la atención es el fenómeno denominado Relación Ficticia Creada a Base de Whatsappeo Masivo (en adelante RFCBWM, acrónimo acuñado por mí misma). Ojo que la RFCBWM no se da solo en el ligar sino en cualquier tipo de vínculo.

De Whatsapps y otras especies

Conoces a alguien un Saturday Night, cruzas tres frases, le das tu número, al día siguiente te preguntará SIEMPRE LO MISMO “¿Cómo acabaste la noche?” y ZASCA, RFCBWM al canto.

A partir de ahí se suceden una serie de procesos interesantes a la par que absurdos. Por solo nombrar unos pocos señalaría:

  • Los días y días escribiendo hasta quedarte bizco y esguinzarte los pulgares.
  • Los “jajajas” cuando no tenemos nada mejor que decir.
  • El análisis sintáctico, morfológico y sintagmático de los mensajes de El Contrincante para desentrañar sus significados ocultos.
  • Los pantallazos a las amigas para que vean “lo gracioso que es y las cosas que me dice”.
  • Los “¿le contesto?” “¿qué le digo?” “¿ahora o luego?” incesantes.
  • Los “buenos días” “buenas tardes” “buenas noches” que no has dicho en toda tu vida los dices en una semana de RFCBWM.

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Y según lo escribo, me voy poniendo más nerviosita. Creo que este tema me ha pillado un poco mayor. Y decido ponerme mis músicas ochenteras a ver si me acuerdo de como se ligaba A.W.(antes del WhatsApp).

Creo recordar que la gente quedaba, qué tiempos aquellos…

Os conocíais, os dabais el número de fijo o de móvil (dependiendo del siglo). Si eso, os llamabais una o dos veces y luego había encuentro con sus mariposas en el estómago, sus conversaciones, sus risas en directo (sin “jajaja”), con suerte unos morreitos y luego te ibas a tu casa emocionad@ de la vida a esperar el próximo encuentro (o no).

En los casos más intrépidos o si no tenías su número, te dejabas caer por donde salía para VERLE/LA. Vamos, lo que ahora sería una salvajada sin precedente.

De Whatsapps y otras especies

Como soy una tía muy seria y me gusta documentarme si no controlo el tema, he metido en google “ligar” + “WhatsApp”, a ver que salía, y… LA MADRE QUE ME PARIÓ, hay todo un mundo.

Hay un espécimen que ha escrito un Ebook llamado “Cómo conquistar a cualquier mujer por WhatsApp“. Ojito a lo de “cualquier“. He encontrado otro que les (a ellos) descubre “qué tres mensajes exactos debes enviar para conseguir citas que se convierten en SEXO y relaciones”. Tres. Ni dos ni cuatro. TRES.

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Hay también:

  •  Artículos sobre “Como tener labia”. (Hostias y yo convencida de que eso se tenía o no se tenía).
  • Estrategia: qué decir,  a qué hora debemos de enviar los mensajes y cuanto tardar en contestar (y yo que pensaba que esto era como hablar, que si no contestas cuando escuchas al otro eres un maleducado…)
  • Cómo crear Tension Sexual (lo de Tensión ya me pone tensa, claro).
  • Cómo crear misterio y ser ambiguo (pa morirse).
  • Cómo convertirte en un cabroncete juguetón: 1. NUNCA te despidas, 2. Alarga la relación espacio-tiempo, 3. NUNCA te excuses por tardar en contestar. (En cuanto a este energúmeno, voy a conseguir su número y DE VIVA VOZ le diré que es un GILIPOLLAS. Así sin filtros. Luego si quiere se lo escribo también por si se le ha olvidado el lenguaje hablado).
De Whatsapps y otras especies

Llamadme antigua, retrógrada, anormal, pero me resulta flipante que un texto escrito en una caja de plástico genere más relaciones, alegrías, tristezas, ansiedades, etc. que un cara a cara, un polvo o una conversación.

De Whatsapps y otras especies

Quiero compartir algunas de las situaciones surrealistas que producen las RFCBWM y aquí es, cuando leyéndome, empezáis a decir en voz alta “Joder, igual que a mí”, “Sí, como aquella vez”, “Qué fuerteeeeeee”.

1. Ese ex que durante años reaparece periódicamente y te comenta lo guapa que estás en esa foto de Facebook, inicia una RFCBWM que dura semanas, de repente desaparece de la faz del teléfono y cambia su foto de perfil que era una palmera caribeña por otra con su novia nueva.

De Whatsapps y otras especies

2. RFCBWM iniciada en sábado de borrachera que, tras semanas de mensajes subidos de tono, finaliza en cita (sexual o no). Dos variantes:

          a) Desaparición total comparable a las de Lobatón en sus buenos tiempos.

       b) En el peor de los casos, la desaparición es parcial y cada dos semanas aproximadamente El Contrincante reaparece con mensajes tipo “besos guapa”, “Feliz Navidad”  (el 24/25 os vais a acordar de mí y lo sabéis) y cuando tú contestas con un educado “¿cómo estás? desaparición again hasta el siguiente texto que, por supuesto, no responderá a tu pregunta. Y así hasta el infinito a no ser que bloquees el contacto ya jarta de tanta tontería.

De Whatsapps y otras especies

3. RFCBWM que, sin saber como, desemboca en frases tales como “me gustaría saber en qué punto estamos”, “me estoy enamorando” o “eres la mujer de mi vida”. Aquí se pueden dar los apartados a) y b) del apartado anterior sin ningún problema. También sería coherente bloquearle por majara o psicópata…

4. RFCBWM que se convierte en un mareo susceptible de necesitar Biodramina: y venga escribir y escribir toooooodo el día, tooooooodos los días y de quedar ná de ná. Esto suele diluirse con el tiempo tras muchas horas y varias dioptrías perdidas.

De Whatsapps y otras especies

Y que conste que uso La App.  MUCHO. Útil para quedar en grupo, para enviar enlaces, para un “ya salgo” o “llego tarde”. Pero desde luego prefiero ver, o en el peor de los casos, escuchar la voz de la persona con la que hablo.

Voy a minimizar los textos y voy a aumentar las llamadas y, en la medida que pueda, los encuentros.  No quiero relacionarme con una caja de plástico, quiero ver, oír, tocar, besar y abrazar a mis nuevos y viejos amig@s, a mis amantes o aspirantes a serlo, a mis padres.

Quiero también verme y oírme a mí misma y no escuchar el pitido de “WhatsApp nuevo” cada 5 segundos (de hecho, hace ya semanas que eliminé el p*** ding dong) con el que se me corta cualquier pensamiento coherente que pueda tener (que no son muchos).

Si quieres hablarme, me llamas. Si quieres verme, quedamos. Si quieres escribirme, fantástico pero con un Por qué y  un Para qué bien hermosos.

Las RFCBWM me han pillado a destiempo. Yo prefiero comer con mi amiga Cristina, ir al teatro con Lidia, desayunar con Alicia, abrazar a Mabel, cenar con Barto, besar a Peri y coger de la mano a Ángel.

De Whatsapps y otras especies

 ¿Y tú?

Con lo mona que eres, ¿por qué no tienes novio?

Si me estás leyendo es muy probable que lo hayas sufrido en tus propias carnes. Estás en un bar, en una reunión familiar, en una cena y ZASCA, la preguntita de marras:

CON LO MONA QUE ERES, ¿POR QUÉ NO TIENES NOVIO?

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

Lo primero (por orden de aparición de la gilipollez): ¿qué coño tendrá que ver el ser mona con tener pareja? Pues no hay feos emparejaos y guapos solteros…

Lo segundo: tal y como lo planteas, querido ser humano, parece que el tener novio sea algo obligatorio, o necesario, o sano… Para que veas lo estúpido de tu pregunta, voy a realizar otras similares:

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

“Con lo alto que eres, ¿Por qué no tienes perro?”, “con lo rubia que eres ¿Por qué no practicas surf?”, “con lo lista que eres ¿Por qué no eres astronauta?”.

Preguntas ridículas, sí.

Incoherentes, también.

COMO LA TUYA, darling.

La primera respuesta que me viene a la cabeza sería algo así como “PORQUE NO ME SALE DEL TOTO”. Pero, claro, no es adecuada para todos los contextos, así que normalmente, una pone cara de circunstancias, sonríe de medio lado y se encoge de hombros. A continuación, te das media vuelta y esperas que tu contertulio se haya esfumado.

PERO NO.

El personaje insiste:

– No hombre, una tía tan lista como tú…

– Es que me extraña…

– ¿Y no te gustaría estar con alguien?

– Siempre que te veo lo pienso.

NO. ME. JODAS. ¿En serio no tienes otra cosa en qué pensar?

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

Llegados a este punto tienes dos opciones:

1. Mandas al ser a tomar por culo directamente sin más explicaciones.

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?2. No puedes hacerlo y le tienes que dar bola (porque es el suegro de tu hermana, porque es tu jefe, porque te va a regalar un yate…), en cuyo caso se me ocurren las siguientes respuestas:

LAS QUE QUIEREN OÍR:

“No ha llegado la persona”: con cara lastimera y mirando al horizonte como buscando a aquel que le dará sentido a tu triste vida de soltera.

  Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

“Mira, es que eso no se busca, se encuentra”: lógico, escueto, aséptico.

“No he tenido suerte hasta ahora. Ya me gustaría” (con esta convulsiono. Sobretodo cuando miro a la pareja del que me está preguntando y pienso “antes de follarme a eso, me grapo el chirri”).

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

“Es que no me gusta nadie”: esto puede ser verdad o puede ser todo lo contrario. Como dijo una amiga mía “porque hay mucho negro soltero como para quedarme solo con uno” (respuesta que encajaría perfectamente en el apartado siguiente).

LAS QUE QUIERES CONTESTAR:

“Porque para tener uno como el tuyo, mejor me quedo como estoy”

“A lo mejor no soy tan mona… Ni tú tan listo, preguntando semejantes tonterías”

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

“Ah, ¿pero lo de tener novio era obligatorio?”

“Es que soy tan mona como insoportable y además me huele fatal el toto”.

“Porque aparte de mona soy listísima y eso a veces asusta”

“Porque tengo una trampa para osos ahí abajo”

“Es que me van las tías”: mentira cochina y además te podrían contestar “bueno, y ¿Por qué no tienes novia? pero la mente abierta no es la característica principal de estos seres.

LA VERDADERA RESPUESTA

“No tengo ni puta idea”

“Es que yo no quiero tener pareja”

“Realmente soy tan feliz sola que no me planteo compartir mi vida con nadie”.

“Estoy abierta a tener pareja pero hasta ahora no he encontrado la persona adecuada”.

“Soy demasiado independiente como para compartir mi vida con alguien”

“Me han hecho tanto daño que no estoy dispuesta a arriesgarme más”.

“No creo en la monogamia”.

“Quiero hacer muchas cosas en mi vida y son incompatibles con tener novio”.

“Porque de todas las parejas que veo no hay ninguna que me parezca más feliz que yo”.

Y así hasta el infinito. Todas verdad, todas coherentes, todas respetables.

TODAS INNECESARIAS.

Yo no te pregunto por qué tienes novio, o marido, o novia, o mujer. No me interesa un pimiento por qué sigues con ese tío que te pone los cuernos con  media oficina, con esa tía que te aburre soberanamente, con ese  novio que no hay quien soporte, o con esa maravilla de pareja que te hace TAN FELIZ. Pues explícame por qué narices sientes la necesidad irrefrenable de preguntarme por mi soltería y por qué lo tienes que relacionar con mi belleza, con mi inteligencia, con mi edad.

Explícame por qué te interesa mi vida, porque NO LO ENTIENDO.

O mejor, NO ME DES EXPLICACIONES.

YO HARÉ LO MISMO.

Con lo mona que eres ¿Por qué no tienes novio?

Los 10 Superpoderes de una SuperMadre cualquiera.

los 10 superpoderes de una supermadre cualquiera

Justo antes de acostarme anoche, mi amiga Isa me envía un montón de citas escritas por madres en las redes sociales. Perlas como “Solo pido depilarme las dos piernas el mismo día. Por pedir que no quede” o “Estoy encerrada en el baño a ver si se les olvida que existo y se quedan dormidos solos…La esperanza es lo último que se pierde” me inspiraron para este post.

Si esto lo hubiera leído una No Madre habría pensado “qué graciosas y qué exageradas”, pero como yo soy una Sí Madre, lo mío fue “qué graciosas y se quedan cortas incluso”.

Está claro, las madres (biológicas o adoptivas, esto no depende de las hormonas) desarrollamos superpoderes pero de los de verdad, de los que nadie ve (rollo identidad secreta). Ríete de Los Vengadores (y mira que soy fan). De nuevo aquí las no madres… “qué graciosa y que exagerada”.

QUE NO, COÑO. Que si nos investigaran en serio, lo iban a flipar los de la NASA.

Estas son solo algunas de las Capacidades Mutantes que desarrollamos:

1. Velocidad sobrehumana: vas de compras en 10 minutos, preparas cenas en 7, planchas en 3, te duchas en 2, te peinas en… (no te peinas, punto).

2. Transformación física:  pierdes los estribos y las pulsaciones se disparan, los ojos se inyectan en sangre, la respiración jadeante…Me convierto en un ser verde que pesa 300 kg capaz de destrozar edificios de un manotazo. Nadie lo ve, es verdad, pero yo lo siento. Soy Hulka Y DOY MIEDO. Eso, varias veces al día, CADA DÍA, con los desayunos, con los deberes, con las peleas entre hermanos, con…

3. Desarrollo indistinto de los dos hemisferios cerebrales: yo, que siempre fui de letrasmáspurasimposible, ahora controlo las mates que no es normal. También Naturales y Sociales (ahora denominadas Science) y las manualidades, todo ello en varios idiomas.

4. Fuerza Brutal: te subes tú solita la compra del súper,  la de la frutería, la ropa del tinte, el regalo para el puto cumple del domingo, tu bolso y el abrigo.

5. Memoria letal: a la fuerza, claro. Acuérdate de: pedir hora para el médico; comprar el material para el disfraz del puto festival de final de curso; el sello para los putos deberes del mayor; el cinturón de judo del menor; avisar a la madre de Juan, de Ana y de Hugo de que iremos a su puto cumple; ojo que mañana van en chándal, pasado de uniforme y al siguiente vestidos de calle que es día especial…

6. Resistencia cósmica: no duermes más de 6 horas diarias, estás en pie desde las 7 de la mañana y no paras hasta las 11 de la noche, comes lo que puedes cuando puedes y oye, QUE NO TE PONES ENFERMA. NUNCA. O igual sí y ni te das cuenta…

7. Paciencia inusitada: yo, que nunca me caractericé por ser paciente sino por más bien todo lo contrario, he conseguido explicar la diferencia entre nombres comunes y propios diez veces seguidas sin que mi vástago entendiera una mierda y aún así no le he asesinado (ganas tenía, no lo niego), he estado 11 horas seguidas en el sofá esperando a que terminase 5 hojas de caligrafía. NO ES BROMA, DE 18.30 A 5.30. Los cojones de plomo no los he desarrollado con la maternidad, venían de serie.

8. Polivalencia sobrenatural: Puedes cocinar, sacar las cosas del lavaplatos, preguntarle las tablas al niño, hacer la lista de la compra mentalmente y cagarte en la madre que parió a la profe de mates un millón de veces y todo al mismo tiempo. Yo he llegado a hacer la compra por internet mientras le daba a la elíptica en el gym.

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9. Sabiduría extrasensorial: nada más verles por la mañana sabes si te van a dar el día, según como se sientan a comer intuyes si la van a liar con la verdura, les ves el jeto cuando salen del cole y sabes exactamente la nota de ESE EXAMEN. (Si es que siempre me jodió que mi madre lo supiera todo y me ha traspasado sus genes mutantes, cangontóloquesemenea). 10. Amor desmedido: tus hijos te despiertan a las 7 el fin de semana, reniegan de la comida que has comprado y cocinado gustosamente, destrozan en dos horas la camiseta ideal que les compraste ayer, se portan mal en el cole que te cuesta un pastón inusitado… y LES QUIERES. A mí personalmente, es el poder que más alucinada me tiene. Estas barbaridades me las hace otro y le rebano el pescuezo.

Y porque no tengo más tiempo, que ahora en diez minutos tengo que hacer la cena, ducharme y tender dos lavadoras, que si no sigo hasta mañana.

¿Y tú? ¿sabes de algún otro Poder Supermaternal?

Los Lunes de Sol

los lunes de sol

“Por qué me resulta extraño decirle a la noche adiós” reza la canción. Pues a mí no sé si me resulta extraño pero últimamente me cuesta la vida retirarme a una hora decente. Vamos, que me cuesta tanto que no lo hago. La última noche que me secuestró fue la del pasado lunes.

A lo loco.

  los lunes de sol

Parece que los lunes tienen algo alevósico y juerguista últimamente. Solo tenemos que recordar el anterior LUNES DE LENTEJAS. En esta ocasión el evento no iba de legumbres, sino de premios, de cine, de aplausos.

Y acaba la gala, y empieza el despiporre.

AGAIN.

Me parece apasionante que el día de la semana más odiado, el asqueroso Monday, se haya convertido en el inaudito momento del desorden semanal.

A diferencia de la canción, no veo esta racha de diversión nocturna post-cuarenta como algo tóxico, sino todo lo contrario. Es una decisión consciente y voluntaria tomada tras mi periodo de ostracismo antinoctámbulo.

Ya fui, volví, subí y bajé. He salido como una loca y me he encerrado en mi cueva, convulsionando ante cualquier plan postmedianoche. He dado volteretas de aburrimiento, he muerto de la risa y he resucitado con las responsabilidades apretándome el pescuezo. He sufrido por amor, por desamor, por los exámenes, por las broncas de mi madre, por la incertidumbre del futuro y por las mochilas del pasado. He sido la oveja negra, la empollona, la graciosa, la responsable, la marchosa, la guarra, la amiga que se va y la que nunca se irá, la novia sumisa, la amante lasciva, la hija perfecta y la madre majara.

Ya he sido muchas cosas, quizás demasiadas.

Y ahora soy yo, en minúscula, sin grandes aspavientos ni reivindicaciones. Se acabó el concurso. Mi yo, que no mi vida, es calma chicha. Ya no quiero ser la más alta, la más guapa, la más lista, la más buena.

Ahora solo soy la más yo.

los lunes de sol

La nocturnidad en la inmadurez (que se puede dar a cualquier edad, no nos engañemos) genera severas tensiones: qué me pongo, dónde vamos, quién va, irá el que quiero que vaya… Ahora, en lugar de todo eso está LA NADA. LA MARAVILLOSA NADA: el convencimiento de que si has decidido compartir tu tiempo con otros seres es porque así lo quieres y no porque toca. La tranquilidad de que si la ocasión se atasca y no aporta diversión, te vas a casa antes de que amanezca sin trauma alguno. El no esperar nada, en este caso, lo es TODO.

los lunes de sol

El solo ocuparse de pasarlo bien puede sonar superficial, egoÍsta e incluso gilipollas. Yo prefiero pensar que por fin ha llegado la tan ansiada LIBERTAD. Con mayúsculas. LIBERTAD para decidir, para dilucidar, para distinguir e incluso para intuir y ya no dejarte llevar, sino llevarte. Se acabó el  “Ay quién maneja mi barca”. Mi barca es mía, así que la llevo yo, que  lo mío me ha costado ser capitana.

Y la barca pesa un huevo. A veces se le fastidia el motor o se me resiste el timón. Nadie dijo que fuera fácil. Aún así, yo decido a dónde, por dónde y con quién voy. Que si otro decide mi rumbo, llegaré a su destino y no al mío. Me da PÁNICO imaginar que al echar la vista atrás veo cómo mi vida controló a mí y no a la inversa.  Que al pasar la barca le dije al barquero, yo no soy bonita ni lo quiero ser. Quiero ser barquera.

He dicho.

¿Y tú? ¿Te has hecho ya con tu brújula?

Lo que aprendí aburriéndome.

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Soy muy fan de Milena Busquets y de su columna en El País. Esta semana escribía “A favor del aburrimiento” y hablaba de esa, nuestra obsesión por entretener a los niños a toda costa.

Pues bien, yo, como Milena, de pequeña me aburría, Y MUCHO.

Era hija única, muuuuuuuuuy tranquila (sí, muté en algún momento. No sé cuando ni por qué) y mis padres nunca se plantearon que me activara más allá de las necesidades básicas y la escolaridad…Y MIRAD QUÉ FENOMENAL HE SALIDO. A los que me conocéis y os estáis descojonando… En serio, mi desequilibrio es más producto de la genética que del aburrimiento.

Tanto me aburría de pequeña que incluso leía: cómics que se amontonaban en el suelo de mi habitación (así estoy, obsesionada con los superheros), novelas que encontraba en las estanterías de mi casa sin que nadie las analizara previamente en la librería infantil especializadísima, las revistas de cotilleos de mi madre…  Tan horrible era el aburrimiento que me leía las leyendas de Bécquer, los poemas de Neruda y los “Campos de Castilla” de Machado. Una catástrofe sin parangón para cualquier niño del siglo XXI.

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Tanto me aburría que veía pelis de todos los tipos y colores: “Siete novias para siete hermanos”, “Mary Poppins”, “Karate Kid”, “E.T.”… Las veía en el cine y las podía ver otra vez en mi cabecita cuando volvía a casa y no tenía nada más que hacer. Un horror que ningún niño debería experimentar.

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Tanto me aburría que escuchaba música: en la radio, ensimismada y muy atenta para grabar en aquellas cintas de casette la nueva canción de moda y ponerla una y otra vez mientras bailaba por los pasillos de mi casa; en el tocadiscos donde ponía los vinilos de mi madre: Alberto Cortez, la Pantoja, la Jurado… Y de mi padre: Fleetwood Mac, Elvis Presley, Earth Wind and Fire,… Algo nada estimulante para estos niños que tanto aprenden en los juegos educativos del sempiterno Ipad.

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Tanto me aburría que dibujaba: copiaba animales de mis cuentos, calcaba con los papeles pegados a las ventanas lo que no alcanzaba a copiar, pintarrajeaba cuando no sabía hacer ni lo uno ni lo otro. Qué imagen tan lastimera ver a una criatura con sus colores  sin otra compañía que la de su imaginación.

Y me pregunto qué habría pasado si, en lugar de dejar que me aburriera, mis padres hubieran jugado conmigo a todas horas o, ante el más mínimo signo de inactividad, me hubieran plantificado una pantalla delante, para que viera unas historias creadas por otros y no por mí.

Siempre me he quejado de las interminables sobremesas de los adultos que yo sufría desde mi sillita (visión imposible actualmente. Os doy un euro por cada niño que veáis sentado sin maquinita en un restaurante) pero ahora caigo en que fueron horas (interminables) de observación de aquellos seres, de escucha de conversaciones probablemente poco adecuadas para mi edad.

Aprendí a escuchar, a callar, a interpretar, a intuir.

Tanto me aburría que empecé a escribir.

Nunca sabré qué habría salido de una Sol rodeada de estímulos externos impuestos por otros y no elegidos por mí, quizás este amor por la escritura hubiera sobrevivido a todas esas distracciones y hoy estaría aquí escribiendo sobre lo bucólico de una infancia supermegaultradivertida.

O quizás no.

Vivir para escribir

Lo reconozco, muero de amor cuando alguien que me lee se ríe con mis barbaries, comenta con las amigas, comparte mis conclusiones majaras sobres la menopausia, la madurez o la maternidad y luego me lo cuenta. En los últimos días eso ha pasado varias veces y hoy cuando por fin me siento ante este teclado, con la pantalla en blanco y dispuesta a elucubrar sobre «Cómo follar en un idioma extranjero», «Estoy hasta las pelotas del verano» o «La crisis de los 40 (o se me caen las carnes que no es normal)», me doy cuenta de que HOY NO ES EL DÍA. Hoy os voy a contar POR QUÉ ESCRIBO. Escribía de niña, de adolescente, y después de un tiempo sin hacerlo, empujada por mis maravillosas amigas lo retomé en un blog que me hace inmensamente feliz. Escribo porque no conozco otra manera de darle forma a esto que me escuece en el estómago y sale hacia mi garganta, mis ojos, mis dedos; escribo para desahogarme, para reirme, para llorar; escribo cosas que no me atrevo a decir o que quiero gritar en tu cara; escribo para hacer homenajes hasta ahora silenciosos; ESCRIBO PORQUE NO PUEDO NO ESCRIBIR. Tampoco puedo dejar de leer. Allende, Machado, Bécquer, Valdés, Ende, Gala, Hosseini… me salvaron del aburrimiento de la hija única y ahora de la soledad monoparental. Neruda se me clavó con su poema número 20 y ahí sigue: «Puedo escribir los versos más tristes esta noche…» y lo vuelvo a leer y es como mirar la foto de un viejo amante; conoces sus recovecos, recuerdas su olor, su sabor… Me gustan las palabras, respirarlas, masticarlas. Me asomo sobre ellas y me cuentan cosas que su forma no dice. Huelo lo que leo y también lo que escribo. De adolescente escribía poemas. Quién me ha visto y quien me ve, ahora asalvajada perdida… Solo Mario los leía. Él fue mi único primer novio, «en las noches como ésta le tuve entre mis brazos. Le besé tantas veces bajo el cielo infinito…». Y pasados los años, los novios, las mujeres, los hijos, las canas… sigue queriéndome leyéndome. A veces pienso que escribir es la única manera de volver a la niña que él quiso y que yo enterré bajo capas de acidez, cinismo y mala hostia. Mario y mis textos son lo único que tienen en común Aquella de entonces y Esta de ahora. Escribo porque me da vergüenza exponerme pero me niego a vivir bajo la cáscara. Y por eso escribiría sin nadie que me leyera y escribo a pesar de que me leéis. GRACIAS.
 
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