Reflexiones de una majara
Las primeras veces

Anoche conocí a un chico guapo y joven de cojones narices. Le dedicaré otro post titulado “Cómo asaltar cunas en tres pasos” y puede que lo convierta en un curso monográfico que seguro tiene gran aceptación entre mis comadres. Pero eso será otro día.
La conversación con el apuesto mozo, el final de curso de los niños, la llegada del verano y que soy muy del reflexionar, me han empujado hoy hasta este, mi amado blog, que llevaba un mes abandonado.
Una piensa que tampoco ha cambiado tanto desde los 25. Pensamiento estúpido que corroboran tus compis de colegio cuando afirman que “estás igual”, probablemente proyectando en ti lo que desean para ellos mismos. Y UNA MIERDA.
Si no te fijas, quizás pueda parecerte que esos pimpollos veinteañeros y tú no sois tan diferentes, pero míralos… Huelen a libro nuevo, a juguete de Navidad, a vacaciones de verano. Ellos están llegando y tú llevas tiempo aquí. Podrías escribir el guión de sus próximos 20 años sin equivocarte demasiado. Pero no lo haces porque ahí está la gracia, en caminar a tientas y dibujar tu propio mapa.
Volviendo al tema, ni para mejor ni para peor, pero NO ESTOY IGUAL que a mis 25, ni que a mis 35. El cambio Porfuera es fácil de ver. Ahí están las fotos: aquellas carnes prietas, la ausencia de ojeras y de estas malditas patas de gallo que NO HAY MANERA de difuminar digan lo que digan los fucking anuncios de Lancôme.
El Pordentro ya es otra cosa. Ay el Pordentro, ese que no se ve, PERO QUE SE NOTA.
Hay Pordentros muy jodidos, que viven de recuerdos y creen que aquellos momentos rollo Verano Azul de los 80 fueron lo mejor que les ha pasado y les pasará. Tendrán que vivir de rentas Veranoazulescas pa los restos. Las ilusiones no existen en esos Pordentros. La vida, para ellos, es una sucesión de rutinas preacordadas entre sus karmas y sus carnes. Para esos Pordentros la Felicidad es la ausencia de conflicto, SIN MÁS.
Y luego están los OTROS Pordentros. Esos que con los años ganan en perspectiva y que, aunque no escarmientan en cabeza ajena (frase favorita de mi amada madre), han tenido tiempo de hostiarse mil veces con su cabeza propia. A esos Pordentros les mueve la ilusión: por ver a un amigo, por hacer un viaje, por ir a un concierto, por cortarse el pelo, por escribir…
Los Pordentros Ilusionados y Escarmentados saben que “También esto pasará”, que de mal de amores no se muere, que hay noches en las que es mejor retirarse a tiempo, que hay que perdonar lo perdonable y empezar de cero mientras puedas.
No voy a hacer demagogias sobre lo maravilloso de la madurez, qué coño. Me molaba mogollón mi Pordentro (y ni os cuento mi Porfuera) infantil, adolescente, juvenil. Pero sé que no volveré al primer beso de aquel verano del 86, ni recorreré mi el mundo en mi Vespino, ya no me dejaré anochecer en la playa mientras mis amigos juegan al voley con las melenas al viento (actualmente calvicies incipientes). Ya no me matricularé en la Facultad de Derecho ni estrenaré mi carpeta de la Universitat de Barcelona (los de allí sabéis de lo que hablo), tan azul y tan nueva cada septiembre. Ya no descubriré Nueva York ni iré a mi primer concierto.
A este Pordentro le toca buscar otras Primeras Veces. Ahora se tiene que currar la chispa de la vida porque la que venía de serie se agotó hace tiempo.
Sí, mi Pordentro es Ilusionado, pero reconozco que mis momentos de felicidad máxima llegan cuando me subo a la máquina del tiempo y paso un finde sin hijos, con las amigas, enajenándome en el karaoke y volviendo a casa, zapato en mano, a la hora a la que normalmente me levanto.
Ayer le pregunté a aquel chaval qué quería ser de mayor. “Feliz” me dijo Él (que olía a libro nuevo, a juguete de Navidad, a vacaciones de verano). “FELIZ”. Quise decirle muchas cosas, como que más le vale serlo YA, desde anoche y para siempre.
Me encantaría decirle, a Él y todos los de su especie juvenil, que la vida está hecha de etapas, que todas tienen su encanto, que con los años uno gana en experiencia, sabiduría, sosiego… y que no echo de menos aquellos años de tersura cutánea y cerebral.
Pero mentiría.
Mañana llega el verano y ahí seguiré, buscando más Primeras Veces, cada vez más difíciles y cada vez más escasas.

Comments (14)
Los comentarios están cerrados.
Yo, que arrinconé mi Vespino cuando hicieron obligatorio el uso de casco (porque me despeinaba) y qie me lo pasé fenómenal, me quedo en este momento de madurez, en el que, aunque estemos agotadas, tenemos una cabeza estupenda y vivimos como queremos, con las fantasías en el lugar del cerebro donde debieran estar siempre. Y si, cansadas pero felices. Ya somos lo que él quiere ser.
Pues eso iba pensando yo últimamente pero a medida que iba escribiendo echaba tanto de menos Los Pordentros y Los Porfueras nuevecitos…
¡Qué bonito, Sol! Me ha encantado. Un beso grande.
maría.
Gracias, bella!
Querida Sol, creo q nos parecemos demasiado, taaanto q mi propia sobrina anda mosca con q yo sea la bloguera y me esconda bajo tu precioso nombre. Hoy me ha reenviado a leerte una vez más después del grandioso ,Deja de marearme chaval! Sii ,aquel de la abuela cadáver! después de convencerla q nó, no soy tu, jejehe. Charlas como ésta las tengo con ella. Sólo tiene 19 años , aunque yo intento prevenirla una y mil de lo q vendrá después de cada cita , la tita nunca se equivoca , y es por eso Sol, porque ya hemos aprendido , ya lo hemos vivido y revivido tanto! pero Los pordentros nunca acaban amiga. Y los porfueras tampoco. DISFRUTA de como estas , porque ahora eres el sueño de ese libro nuevo q quiere ser leído por ti. Eso si, andate q ojo, q en breve será el proximo mareador! ( por cierto tengo un vídeo q me lo grabó mi Sobri hace unos días por si te quieres echar unas risas) . MIL BESOS SOLEADOS!
Isita, comentarios como el tuyo hacen que valga la pena seguir escribiendo. GRACIAS.
Precisa y preciosa reflexión. Estoy convencida de que esta capacidad tuya para relatar momentos comunes de nuestra vida te auguran nuevos y maravillosos pordentros. Porque observas inteligentemente para dentro y lo plasmas bonito y ocurrente para fuera. Feliz verano!!!
Gracias tantas por leerme y decirme estas cosas…
Con el vespino me ha recordado aquella moto que entraba sola pordentro del garaje en Ibiza,,,:)
Jajajajaj eso fue años más tarde. Magical Vespi…
Eres un puto crack!! He intentado tachar “puto” pero no lo he conseguido….
Qué bonito, querido someone…;-)
Debe ser la época pero mi pordentro de las primeras veces y juvenil está de forma tan viva obsesiva que me hace daño, debe ser que llegar a los 40 duele y quiero volver a mis hermosos 20, con tanta vida y descubrimientos, ahora siento un vacío que me ahoga y causa sufrimiento…. Esto es la depresión??, o sólo una etapa que ira igual que como llego, sin avisar, aunque esta tardando y no le encuentro sentido a esta suave tortura, dolorosa y triste…. Si yo lo tenia superado porque ha regresado 🙁 , yo estaba tranquila, con momentos de felicidad, con mi linda familia y de pronto… Esto…
Eh, arriba tú.