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Los Bridgerton y su Duque: una alegría necesaria

Ya he hablado de la fatiga pandémica, de lo aplatanadas que nos tiene. De lo necesario de cuidarse y de darse gustazos para engañar a este coco tristón y agotado. Y uno de los gustazos, señoras, es zamparse “Los Bridgerton”, la serie de Netflix que nos ha vuelto turuletas. No sabéis las ganas que tenía de que apareciera un fenómeno similar a nuestro Pelirrojo Empotrador, el maravilloso Jamie de “Outlander”, al que ya le dediqué unas bonitas palabras hace tiempo. Quería retomar los textos de risas y tíos buenos, el despiporre que caracterizaba este blog antes de que me poseyera el interés por el autoconocimiento.
Y qué mejor momento que este. A la misma conclusión han llegado los señores de la tele, que han visto claro que a nadie le iba a disgustar una historia plagada de esos bailes que tanto echamos de menos, de vestidos de fiesta (sí, de otro siglo, pero bailes y fiestas al fin y al cabo) y de buenorros de todas las razas. Porque vamos a centrarnos en el Duque, pero podemos dedicar otro capítulo al hermano mayor de la prota, que OJITO. Queremos carruajes, queremos un mundo sin racismo y con casas ideales (y si no que se lo pregunten a los que se dedican a las reformas, que no dan abasto desde que nos soltaron en mayo).
Queremos quitarnos las mascarillas y disfrutar con historias previsibles que acabarán siempre bien, porque bastante incertidumbre tenemos ya con la mierda marciana; queremos ciencia ficción en la que el eterno seductor se enamora locamente de la chavala, se pasa por el forro todas sus teorías y se convierte en el esposo ideal. Si nos tienen que contar mentiras, que tengan esa cara y ese cuerpo. Siento el spoiler, pero el desenlace es lo de menos. Lo de más es lo tremendo que está el Duque.




Y QUÉ CULO, (lo siento, a falta de imágenes ilustrativas traseras, os dejo la tableta)
Sí, señoras, si no habéis llegado al capítulo seis, en el que el Duque se despelota para luego vestirse lo justo, no sé qué estáis haciendo leyendo esto. Tirad ahora mismo hacia el sofá y haced algo de provecho. Esto mismo me dijeron mis amigas estas Navidades.
“Qué exageradas”, pensé yo.
PERO NO.

Porque también estamos faltuscas de morreos y de fornicatio, otra cosa que saben los señores de la tele, que han dicho: “Chavalas del mundo coronavírico, ¿queréis caldo?” PUES TOMA CALDO.



Y lo que, en otro momento, habría sido una serie insustancial más, se convierte en el temazo de las redes, en el antídoto contra tanta mala noticia y tanto miedo; en un divertimento tremendamente necesario. Porque el ser humano necesita belleza y necesita soñar, ya sea con viajes o con palacios, o con tíos guapos que te morrean y te empotran a la primera de cambio, con el único peligro para tu salud sea que acabes con los bajos desollados. Que todo sea eso.

Comments (21)
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Que grande eres Sol! Gracias por ser asi!! Me lees el pensamiento cada semana!
¡Que no he parado de recomendar esta serie!
Entretenida y estéticamente bella; la medicina perfecta contra el desgano pandémico 😉
Jajjajajjaja gracias por tus textos, gracias por animarnos, gracias por ser 😘
Me hizo soñar y engancharne…. Cosa que hacia tiempo que no pasaba. Ese no se que adolescente que hace mucho que no sentía.
Ays,si!! Que necesidad de morreos eternos y polvos salvajes.
Por cierto en la 2a temporada el prota es el hermano mayor buenorro 😜
Ayyy Sol que sería de mis días sin ti!! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Jajaja…me ha encantado!!! Gracias Sol!
Como diría La vecina Rubia, culpo a los Bridgerton por mis altas expectativas con los duques, jajajaj esta buenorrísimo!!!
A mi chico, que no se parece en nada al Duque, de tanto oirme revomendar la serie le ha picado el gusanillo y ha comenzado a ver la serie…ya solo me queda rezar que me morree y me empotre con él (algo aprenderá digo yo)
Qué casualidad Sol!!! La he empezado a ver hoy, así que deseando ver todos los caldos 😋😋. Y aunque siempre he dicho que no me gustan los tíos negros, hoy cambio de opinión. Babeo en modo on. Pufff…..
Jajajaja!!!! Toda la razón del mundo!!! Grande Sol.
En cuanto vi al hermano de Daphne, me dije: “este es un mareador” cumple a rajatabla con el cliché… Y me acordé de ti… Por cierto ¿Has patentado ya esa palabra, verdad??? Jajaja
Sol, así es. Necesitamos llenar aunque sea viendo ese espacio que antes quizás no necesitabamos llenar por TV porque lo vivíamos un situ. No todos eran tan buenorros pero, no siempre eso es lo que nos importa. Volveremos yo quiero creer a quitarnos las telarañas de los bajos…. jajaja. Un besote amigui ❣️
Cuando la vi flipe y me duro semanas jajaja
Gracias por el texto tan divertido y real jajajaja
Gracias por ponernos sobre aviso. Tras días de tristeza, ayer termine la serie con ganas de comerme al mundo, y al que tengo en casa. Si, quiero algo bonito, reír y disfrutar.
Solo decirte gracias de nuevo.
Jajajajajaja!!!!
La mejor!!
Menudo acierto ésta serie y qué bien descrito el sentimiento que tenemos todas hacia ésta serie, mejor digamos hacia él. Gracias Sol!
Jajajaja! Eres grande Sol!. El Duque es un regalazo en los tiempos que corren::: guapo donde los haya, con una voz que encandila, unos dedos que hacen soñar, una mirada dulzona…..y además, es intenso, muuuy intensoooooo!!!!
El despiporre es cuando dice “I burn for you”….. Yo, esta frase me la pongo en bucle cada mañana…..
Feliz semana-:)
Jajaja… ya echaba en falta este tipo de artículos!!!
Son lo mejor… y el duque como dices, digno sucesor del “empotrador pelirrojo”…
me encanta y me hace falta reirme con ganas y de verdad!
Graciasssss!
Me has hecho reír Sol!! Realmente necesitamos un ” duque” que nos empotre a diario y si puede ser ” veces varias”. Gracias por tus artículos con esa viveza que le pones!!