Reflexiones de una majara
Los Lunes de Sol

“Por qué me resulta extraño decirle a la noche adiós” reza la canción. Pues a mí no sé si me resulta extraño pero últimamente me cuesta la vida retirarme a una hora decente. Vamos, que me cuesta tanto que no lo hago. La última noche que me secuestró fue la del pasado lunes.
A lo loco.
Parece que los lunes tienen algo alevósico y juerguista últimamente. Solo tenemos que recordar el anterior LUNES DE LENTEJAS. En esta ocasión el evento no iba de legumbres, sino de premios, de cine, de aplausos.
Y acaba la gala, y empieza el despiporre.
AGAIN.
Me parece apasionante que el día de la semana más odiado, el asqueroso Monday, se haya convertido en el inaudito momento del desorden semanal.
A diferencia de la canción, no veo esta racha de diversión nocturna post-cuarenta como algo tóxico, sino todo lo contrario. Es una decisión consciente y voluntaria tomada tras mi periodo de ostracismo antinoctámbulo.
Ya fui, volví, subí y bajé. He salido como una loca y me he encerrado en mi cueva, convulsionando ante cualquier plan postmedianoche. He dado volteretas de aburrimiento, he muerto de la risa y he resucitado con las responsabilidades apretándome el pescuezo. He sufrido por amor, por desamor, por los exámenes, por las broncas de mi madre, por la incertidumbre del futuro y por las mochilas del pasado. He sido la oveja negra, la empollona, la graciosa, la responsable, la marchosa, la guarra, la amiga que se va y la que nunca se irá, la novia sumisa, la amante lasciva, la hija perfecta y la madre majara.
Ya he sido muchas cosas, quizás demasiadas.
Y ahora soy yo, en minúscula, sin grandes aspavientos ni reivindicaciones. Se acabó el concurso. Mi yo, que no mi vida, es calma chicha. Ya no quiero ser la más alta, la más guapa, la más lista, la más buena.
Ahora solo soy la más yo.
La nocturnidad en la inmadurez (que se puede dar a cualquier edad, no nos engañemos) genera severas tensiones: qué me pongo, dónde vamos, quién va, irá el que quiero que vaya… Ahora, en lugar de todo eso está LA NADA. LA MARAVILLOSA NADA: el convencimiento de que si has decidido compartir tu tiempo con otros seres es porque así lo quieres y no porque toca. La tranquilidad de que si la ocasión se atasca y no aporta diversión, te vas a casa antes de que amanezca sin trauma alguno. El no esperar nada, en este caso, lo es TODO.
El solo ocuparse de pasarlo bien puede sonar superficial, egoÍsta e incluso gilipollas. Yo prefiero pensar que por fin ha llegado la tan ansiada LIBERTAD. Con mayúsculas. LIBERTAD para decidir, para dilucidar, para distinguir e incluso para intuir y ya no dejarte llevar, sino llevarte. Se acabó el “Ay quién maneja mi barca”. Mi barca es mía, así que la llevo yo, que lo mío me ha costado ser capitana.
Y la barca pesa un huevo. A veces se le fastidia el motor o se me resiste el timón. Nadie dijo que fuera fácil. Aún así, yo decido a dónde, por dónde y con quién voy. Que si otro decide mi rumbo, llegaré a su destino y no al mío. Me da PÁNICO imaginar que al echar la vista atrás veo cómo mi vida controló a mí y no a la inversa. Que al pasar la barca le dije al barquero, yo no soy bonita ni lo quiero ser. Quiero ser barquera.
He dicho.
¿Y tú? ¿Te has hecho ya con tu brújula?
Comments (23)
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Aisssss, que me gusta leerte. Si es que razonas como a mi me gusta, y como a mi me hubiera gustado llevar mi vida. Ahora ya es imposible para mi, pero disfruto leyendote como una enana. Te volveré a leer unas cuantas veces mas y esperare paciente tu próxima entrada. Me guustaaaa!!
¡Me encanta! Tienes toda la razón.
Muy bueno.
Mil gracias, Lara.
Enamorada me tienes .. No digo más
Mil gracias!!!
Fascinada me tienes , no digo más
Jo, gracias mil!!!
Querida Sol, tú siempre has sido barquera!!!
Ay mi primi, no siempre. Pero ahora sí! Xxx
[…] Yo no he conocido así en mis propias carnes muchos de estos príncipes, probablemente gracias a que mis padres LOS REYES, me contaron que yo era una naranja completa, que de Princesa nada, que REINA DESDE MI NACIMIENTO, que me dejara de ostias y si encontraba uno con el que fuera más feliz que sola, pues guay, y si no, super guay también. Y desde luego me enseñaron que yo diseño mi agenda semanal (que incluye mis actividades del sábado) y que no estoy a expensas de las agendas de otro. (Véase post anterior y recordemos que somos barqueras) […]
Soy fan hace tiempo, pero este es quizá el mejor post. Enhorabuena!
Ostras… que un hombre me diga esto me llena de gozo!! Claro que siendo, el más listo, era de esperar. Mil gracias
Qué bueno, Sol, cómo cuesta ser asi de valiente y como inspira tu actitud…. no me llames Remedios, llamame Lola!!
Mil gracias.
Hola, hace poco que te he encontrado y me encanta tu manera de escribir y lo que dices, claro. Me río un montón porque me siento totalmente identificada!! Gracias
Gracias a ti, Patricia. Por leerme y tomar el tiempo de comentar. Besos!
Qué si me he hecho con mi brújula?? Ya te digo, no la suelto por nada del mundo. Demasiados años dando explicaciones y permitiendo que sea otro el que MANEJA MI BARCA, ahora yo también soy el barquero.
Por cierto, me encanta tu blog, tus reflexiones y el humor con el que transmites lo que cuentas.
Me encanta!!! Lo bordas!!!! Vivan las barqueras!!
Gracias!
Eres simplemente GENIAL…….
Simplemente genial.gracias Sol.
A ti!