Skip to main content

Etiqueta: estrés

Teletrabajo: cómo disfrutarlo todo el rato (o casi)

No sé en qué momento estás leyendo este texto, querida lectora. Si el teletrabajo se habrá extinguido o si se ha convertido en la nueva normalidad. Si, además de imposición es ya un gustazo o si no hemos sido capaces de adaptarnos. O si cada uno hace lo que mejor le parece teniendo en cuenta su productividad, sus circunstancias y qué es lo que le da felicidad. Ojalá esto último. 

 Escribo estas letras el 13 de abril de 2021, os lo cuento por aquello de contextualizar. Mucha gente teletrabaja en el planeta entero y lo que, para unos, es una bendición, para otros es el infierno.  

 ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? 

 En general, los pros del teletrabajo están bastante claros: no se pierde tiempo en traslados, la conciliación es más fácil.  

La mayor desventaja es, en general, la falta de contacto con otros seres humanos que genera sensación de desconexión, soledad, tristeza y, a veces, dejadez en forma de pijama y pelos alborotados. No me cuido, no me veo bien, no me siento bien: un clásico.

Hay quién se concentra más en la oficina y hay quién lo consigue en la soledad del hogar. Hay quien gestiona mejor su tiempo cuando la lavadora y la tele están lejos y otros que consiguen resistirse a las tentaciones hogareñas sin problema con lo que su jornada se alarga hasta el infinito. Hay quién para el teletrabajo es fuente de estrés y para quien es un regalo. A estos últimos: felicidades. Para ti, persona que no disfruta currando en casa, es este artículo. 

Vamos a por unos cuantos consejillos para hacer del teletrabajo algo más llevadero. Lo primero es desmenuzar las razones que te desagradan de esta situación para trazar un plan de acción. Lo de siempre: dónde estoy, donde quiero estar, qué necesito para llegar de A a B, qué herramientas tengo, qué es lo que tengo que conseguir:

  • Para pasar de la sensación de tristeza a la alegría:
    • Baila, chavala. Ya, esto no sale en los demás artículos que has leído sobre este tema, pero es MAGIA. Las canciones veraniegas son anclajes naturales que te llevan al momento en el que las escuchabas; tu hermoso cerebro, que no distingue realidad de recuerdo, se cree que andas en cualquier garito playero y se pone a fabricar sustancias gustosas que te dan buen rollo. El movimiento relaja tus músculos y te regala endorfinas, hormonas de la felicidad. Levántante con tus témazos favoritos y verás el cambio. Te dejo aquí mi lista de Spotify “Bailoteo Pandémico”.
    • Rodéate de belleza, llénate de ella: algunas me habéis comentado que os gusta el hecho de vestir cómodas cuando estáis en casa. Una cosa es la comodidad y la otra es el rollo indigente. Otra cosa no, pero modelitos con goma en la cintura y monos, hay por todas partes. Invierte, que aún te queda un rato de teletrabajo, querida. Perfúmate, peínate. Si te apetece, dale al rímel y al pintalabios rojo ¿Cómo que nadie te ve? Te ves tú, que eres la importante aquí.
    • Otra de las ventajas de estar en casa, según mis encuestas, es no tener que llevarte el tupper a la oficina y comer mejor. Pues aplícate el cuento. Porque las cinco claves del autocuidado son comer sano, hacer ejercicio, dormir un mínimo de siete horas, descansar y hacer algo que te guste. Yo añado meditar, de eso hablamos más adelante. Móntate un plato bonito, como si estuvieras en un restaurante, trátate como la reina que eres en cada comida del día.
    • A estas alturas supongo que ya tienes un espacio destinado al curro. Ponle unas florecitas, una vela que huele bien, escoge tu taza favorita para ir bebiendo (hidrátate, por el amor de Dios). Que mires tu mesa y digas Joder, qué bonito. Así da gusto.
  • Para pasar de la mala a la buena gestión de tu tiempo:
    • Crea rutinas: me levanto, hago ejercicio, me ducho, desayuno bonito y a tal hora me siento a trabajar (o cómo a ti te vaya mejor según cómo funciones). Nada de poner lavadoras o limpiar los cristales en medio de la jornada: reservo un tiempo al día para hacerlo, el que mejor me vaya teniendo en cuenta cuál es mi hora de mayor productividad laboral. Ten en cuenta que la buena gestión de tu tiempo es la buena gestión de tu vida y que para conseguirla, has de tomar decisiones y llevarlas a cabo.
    • Destierra el teléfono mientras trabajas, a un armario. Tenerlo sobre la mesa disminuye tu productividad aunque no lo cojas.
    • Programa todo lo programable: correos, publicaciones en redes, etc.
    • Apunta todo lo que tienes pendiente para liberar espacio mental.
    • Una cosa a la vez: no a la multitarea.
    • Usa herramientas que midan el tiempo que te lleva cada tarea para poder agendar siendo realista y para saber en qué se te va el tiempo. Yo uso Toggl.
  • Para pasar del estrés a la calma: 
    • Con la buena gestión del tiempo ganarás mucha,
    • Medita cada día, o practica yoga o mindfulness. Hay que darle un descanso al mono loco que tenemos por cerebro, es salud, es autoamor y es felicidad.
    • Relativiza, ¿este problema te parecerá igual de grave en un mes?
    • Camina cada día. Menear el cuerpo es liberar la mente.
  • De la sensación de soledad a la socialización: según las circunstancias de cada uno, si tienes hijos o no, ayuda en casa o no, pareja que es un 50% o no (de esto ya hablaremos en otro post) quizás puedas quedar para tomar café cada día con amigas que estén en la misma situación y vivan cerca, o bajar a trabajar un rato a la cafetería de debajo de tu casa, o agendar llamadas diarias con gente a la que no ves desde hace tiempo porque la mierda marciana no nos deja movernos. Saber que habrá un rato de charla al final del día, un gustazo, un algo bonito cambia la percepción de toda la jornada.

Contaros que para mí fue crucial, cuando decidí emprender, el encontrar un espacio de coworking donde estar en contacto con gente en mi misma situación. Quién sabe si las empresas, de aquí en adelante, optarán por descentralizar y dar la opción a sus empleados de trabajar cerca de su casa, destinando una parte de su presupuesto al alquiler de espacios de este tipo. Matas varios pájaros de un tiro. Ahí lo dejo. De nada.

  • Del no desconectar del trabajo a saber cuándo y cómo hacerlo:
    • Sé obediente a tu agenda y a eliminar los ladrones de tiempo.
    • Comunica cuál es tu horario a las personas que normalmente no lo respetan.
    • Agenda el ocio y coloca en tu agenda alguna actividad al final de tu jornada que te obligue a apagar el ordenador (tu hora de caminar, tu visita al gimnasio, ese café con las amigas, etc.)
    • Si eres de las que no puede evitar mirar el correo en el móvil y esto se convierte en un peso más que en una ventaja, desinstala la aplicación. Así, radicala perdida.
    • Cuando sientas el impulso de seguir trabajando llegada la hora marcada para el final de la jornada, respira y piensa cómo te sentirás si sigues y cómo te sentirás si te obedeces y te dedicas tiempo a ti, reina mora. Descansar te convierte en alguien más productiva y más feliz.

Y esto es todo de momento, amigas. Ojalá nos sirva.

     

¿En qué piensan las mujeres?

en qué piensan las mujeres

“En qué piensan las mujeres” es el título de una peli bastante chorras de Mel Gigson y Helen Hunt. En ella, una descarga eléctrica dotaba a Mel del superpoder de leer la mente de las mujeres y el pobre se volvía majara con tanta información, claro. Luego aprende a usarla en su provecho, pero ese es otro tema…

Como os decía, el chaval se volvía muy loqui y, ¿sabéis qué?, que  no me extraña porque, al menos a mí, se me acumulan una de pensamientos simultáneos, contradictorios y redundantes que no es normal.

crazy

La lavadora no para. Y dale, y venga, y toma.

Y yo nací con cerebro de mujer, pero Mel no, y de todos es sabido que este batiburrillo femenino es algo imposible de procesar para un coco masculino. Y ojo, que no os estoy llamando tontos, sino SENCILLOS.

Le doy al seso sin orden ni concierto.

Pienso tan rápido y tan caóticamente que ni sé lo que pienso, pero creo que sería algo así:

7.45: Levántante Sol, que luego vas de culo. No, quédate un poquito más en la piltra, que por cinco minutos no pasa nada. No, levántate ya y te tomas el Cola Cao tranquilamente. ¿Y si desayunas con los nenes? Ya lo has probado, tonta del culo. La lían parda, discutís, te pones del hígado. Levántate ya y desayuna tranquila. Nosínosí. Venga. Va. ARRIBA. No hagas ruido que se despiertan y se te jode el momento zen. Tengo pis, ¿y si se despiertan con el chorro? Mea, que luego te da cistitis. ¡HOSTIAS! Vaya jeto, hija mía, más te valía mear a oscuras para no verte en el espejo. Qué ojeras, qué bolsas, a los veinte esto no te pasaba. A los veinte no te pasaba NADA. Vaya pelos, pareces un personaje de Tim Burton. Tengo que ir a la pelu, mañana, no puedo, pasado, no puedo, al otro, tampoco. ¡Joder! Se me olvidó poner el lavaplatos anoche, friega taza, la de Fish Eddy, que me gusta más. Qué bueno está el Cola Cao, qué bueno está el Cola Cao, qué bueno está el Cola Cao. ¿Engorda? ¿Yyyyyyyyy?

and

 No me da igual pero me lo pienso beber, así que mejor ni saber la de azúcar y calorías que estoy ingiriendo. Qué bonito Madrid, mira cómo amanece. Mira esa que va a trabajar. Mira el portero de enfrente, cómo saca los contenedores. ¿Qué hace? ¿Por qué lo coge en volandas? ¡Cerdo cabrón! ¿Pero por qué echa la basura en el hueco del árbol? Con razón está sucia la calle. Mamón de mierda, hijo de puta, voy a grabarlo. El teléfono está en la habitación, mierda. Luego lo denuncio. Qué ascazo de tío. Cómo agradezco que las monjas nos castigaran a recoger TODOS los papeles del patio si nos veían tirar uno al suelo. De no ser por mis monjas, ¿sería yo tan cerda como ese tío asqueroso? No creo. No sé. Luego llamo al ayuntamiento y denuncio. Qué bueno estaba el Cola Cao. ¿Me ducho primero o despierto ya a los niños? Si les despierto, igual se pelean y me joden el momento relax. Si no les despierto y les da por ir lentos, la tenemos fijo. Despiértalos ya. No, sí. No. SÍ.

  • Buenos días, pollos. A desayunaaaaaar.

8.00: Debería exfoliarme la cara. No tengo ganas. Mira qué piel, nena. Hazlo. Paso. Mañana. Chata, has cogido unos kilitos. ¿Por qué pondría ese espejo tan enorme frente a la ducha? Tienes que hacer deporte. Mañana empiezo. Ya sabes que mañana no vas a empezar. Haré yoga. Veremos. Se me caen las tetas. Los brazos,  LOS PUTOS BRAZOS. Cierra la mampara de una puta vez y deja de mirarte. Que no se te olvide meter la agenda en la mochila, que no se te olvide meter la comida en la mochila, coger el monedero, pilla los cascos que ayer se te olvidaron y no pudiste escuchar música. La comida sobre todo, que si no te comerás cualquier mierda del bar de abajo y luego te quejas de kilos. Esta tarde tienen fútbol los nenes, luego repaso, a ver cómo se portan. Si vuelven a liarla parda, los borro. No, no puedo, lo suspenderían todo. Tengo que comprar forro para aquel libro. Nena, relax, siente el agua ¿Me he puesto el suavizante en el pelo? Sí. Ay coño que no llamé ayer a Bea por su cumple, mierda de amiga soy. Por Dios, vaya pelánganos tienes en las piernas.

omg¿Cuánto llevabas sin mirártelas? Por no hablar del felpudo. Vale que no te lo ve nadie últimamente, pero tía, por dignidad. #PotorroDignidad. Poda eso, POR DIOS. Descongela pescado para la cena, tienes que comprar pepinos. Nena, deja de pensar, siente el agua calentita. Qué sueño tengo. Échate hidratante, no que me da rabia que la ropa se  me pegue, me la echo esta noche. Luego se te olvida, que no se me olvida. Hoy no. No me da tiempo a peinarme como es debido. Pon cabeza pabajo y difusor. ¿Habrán terminado de desayunar los niños?

  • Niños, ¿cómo vais? Habéis terminado?

No han terminado, joder. Un batido, una mandarina y unas galletas, veinte minutos. La madre que los parió.

  • Terminad ya, PERO YA.

8.20: debería mandarles al cole en pijama. Te dirían que eres una salvaje, una mala madre. Quizás lo soy. O no. Les estoy enseñando que la vida no va de tardar tres horas en desayunar. Igual sí deberíamos tardar tres horas. Igual soy una estresada de mierda y se lo voy a pegar a mis vástagos. Vaya pelos. Píntante un poco, ponte pintalabios rojo, que disimula las ojeras, Y el rimmel, que si no pareces una muerta.

vampiro

A los veinte podía salir a la calle sin maquillarme, a los veinte podía salir como fuera. Hay que ver, cómo es el corrector de ojeras de Mac, qué buena cara, así de repente. Pero en dos horas lo habré absorbido. La ojera lo absorbe TODO, es como el Triángulo de las Bermudas. ¿Pero por qué estoy tan cansada? Serán los estrógenos, que los tengo fatal, o igual es que no paro. A los veinte tampoco paraba y no estaba así. A los veinte siempre estaba estupenda.

  • ¿Os habéis cepillado los dientes? La cara, que no se os olvide lavárosla.

8.30: cada puto día lo mismo, o les reviso la piñata y aún tienen trozos de galleta o descubro que tienen los ojos llenos de lagañas bajando en el ascensor. ¿Se acabará algún día este coñazo?, ¿aprenderán que son sus dientes, que son sus ojos, su caraaaaaaaa? A ver si me da tiempo a comprarme fruta antes de ir al cole. No me dará. Nunca me da. Ay, qué cansancio. ¿Cuántas horas quedan para que me acueste otra vez? Coño, cómo ha encogido este pantalón, igual que el que me puse ayer. La lavadora, que debe lavar en caliente aunque yo no se lo diga. Hay qué ver.

ojosNo hay tiempo de buscar otro que no esté encogido. Te desabrochas el botón de arriba cuando te sientes, y ya. Es tristísimo, sí, pero es lo que hay. Igual no es la lavadora y son también los estrógenos. Puta menopausia. PUTA MENOPAUSIA. Se me salen las tetas del sujetador. Eso no es por la lavadora… A ver: agenda, comida, te has puesto los zapatos, lo tengo todo.

  • Nos vamos, ¿estáis listos?

8.45: y si no lo están, se van tal cual. Qué guapos están con el uniforme. Y qué flacos, con lo que zampan. ¿Le he dejado dinero a la chica de la limpieza? Sí. ¿Me da tiempo a comprar fruta? Pues no, qué chorradas me planteo. La luz del ascensor, es MUY HIJA DE PUTA. Estoy entre amarilla y amoratada. Huy, hoy hace más fresquito que ayer. ¿Les tendría que haber abrigado más? No, que luego hará calor y si sudan es peor. Yo llevo mal jeto pero me consuela ver que las otras madres van igual o peor. Mal de muchos… Cada mañana la misma peregrinación calle arriba hasta el colegio. Con lo poco que me gusta a mí hacer cada día lo mismo. Al menos este colegio está al lado de casa, no como el anterior. Vamos a alegrarnos, que esto es mucho mejor que levantarse a las seis de la mañana como el año pasado. ¿Me compro un bocata para el desayuno o un croissant? Los pantalones, chocho, los pantalones, que no te caben.

fat

8.50: cinco minutos en llegar al cole. Qué maravilla. Qué lista soy a veces. Qué buen cambio.

Y esto, señoras, son solo los primeros sesenta y cinco minutos del día. Menos de una décima parte del tiempo que paso despierta. Y luego me pregunto yo que de dónde sale este “no puedo con mi vida”. Por el amor de Dos, echadme una manita. ¿Os pasa a vosotras lo mismo? ¿Habéis encontrado solución? Una cosa os voy a decir… Que igual estáis con el coco en modo centrifugado todo el día y ni os dais cuenta, que era lo que me pasaba a mí. Ahora sigo como las locas pero, al menos, lo sé, que ya es algo.

jeto

 

The Happy End: historia de un masaje.

lasclavesdesol

Para escribir esto me he tenido que ir a un Starbucks al más puro estilo Carrie. La ocasión lo merece. Podría deciros que “le pasó a una amiga mía” pero no iba a colar, así que seré sincera.

Me encantan los masajes, no me canso de ser masajeada y mi día ideal SIEMPRE empezaría con un buen masaje. Me he dado masajes en varios países, en Tailandia ya ni os cuento. Con esto lo que quiero decir es que me han dado muchos masajes de muchos tipos, muchas personas.

En Madrid me aficioné a un sitio thai maravilloso y carísimo de esos que abren siete días a la semana, 14 horas al día. Pero hostia, me dejaba el sueldo, así que decidí probar masajes thai más plebeyos y un amigo me recomendó un local que me pareció cutre pero oye, a mitad de precio que las superthai.

Allá voy yo y qué alegría más grande cuando veo que por dentro es monísimo y muy zen.

Y aparece el masajista en cuestión: pelos rasta hasta la cintura y cejas depiladas rollo Spock.

SPOCK

Se me ha escapado una tribu urbana nueva, está claro. Me quedo un tanto patidifusa y pienso que o se recoge el pelamen o se le llenará de aceites esenciales.

Me lleva muy amablemente a la colchoneta colocada en el suelo que hará las veces camilla. No camilla, rastas hasta el jander… Empiezo a pensar en las posturas y en como lo vamos a hacer para que no me restriegue los mechones por el body (a estas alturas ya veía yo que el joven no se iba a hacer ningún tipo de recogido capilar).

rasta

Me pongo las bragas de papel rollo Dodotis (esto va mejorando) y allá que le espero yo boca arriba tapada con unas telas étnicas a juego con las rastas.

Y empezamos.

Rasta Spock tenía las manos totalmente congeladas, JODER. Me cabreo. Poco a poco se le van calentando.

Aquello no era tan thai como mis amadas thai carísimas pero bueno, su aceitito caliente, presión adecuada…

Y me pongo boca abajo.

Qué bien, ha llegado el momento. Tengo contracturas hasta en la rabadilla y el momento masaje espalda es siempre celestial. Además, Rasta Spock me había preguntado dónde las tenía. “Aquí”, había dicho yo, señalando mi lomo. No había pérdida. “Entre los omoplatos, sobretodo” había concretado, por si no percibía las contracturas tamaño mandarina. No podía fallar.

Mujeres del mundo que teneis una talla de sujetador superior a la 85 … Sabéis que cuando te pones boca abajo, el pechamen sale por los lados ¿no? Bien, yo no estoy precisamente plana, con lo cual por los lados sale BASTANTE. Pero el tema es que en los flancos no tengo contracturas, con lo cual las glándulas mamarias no habían molestado jamás para nada, HASTA QUE LLEGÓ RASTA SPOCK.

masaje
Prueba gráfica de tetamen asomando.

No me preguntéis en que Escuela Thai estudió, o donde se pensaba que estaban mis omoplatos.

Me masajeó los flancos, o sea la media teta que se me salía por ambos lados, aproximadamente 76 veces.

QUÉ MOMENTO, SEÑORES… ¿Qué hago?, ¿le digo algo?,  ¿se trata de un movimiento nuevo desconocido por las thai pero muy en voga entre los masajistas thai semijamaicanos?, ¿o me está metiendo mano descaradamente? Si ese es el caso ¿lo disfruto? Joder, desagradable no es, aunque el rollo Rasta Spock no es lo mío…

Decido relajarme y disfrutarlo, DE MOMENTO.

Ni que decir tiene que, llegado el momento, las contracturas que tengo en el culo las encontró y las trató, PERO A BASE DE BIEN.

Braga dodotis metida por el jander hasta el intestino y, hala, a amasar.

Acaba la manoseada trasera, volvemos a darme la vuelta. “Si por detrás me ha puesto fina, lo de por delante ya puede ser sideral”, pensé yo.

El chaval, muy profesional, me planta una toallita tapándome las tetas (las que ya me había manoseado hasta la saciedad) y ME BAJA LA BRAGA DODOTIS HASTA EL MÁS ALLÁ.

O sea, no me ves las tetas pero me estás viendo el jilguero. BIEN.

dafuch

Toca el masaje barriguil.

No sé donde pensáis que acaba la barriga por la parte inferior, pero yo os lo voy a aclarar: justo donde empieza la rajita. O sea, la parte superior del chirri pertenece al abdomen, al menos en la zona de Tailandia donde Rasta Spock estudió.

Os recuerdo que para más inri, yo estaba con los ojos cerrados, así que tampoco tenía muy claro por donde pasaba la mano, era todo un rollo sensorial. Pero vaya, que sensorialmente tengo muy claro donde tengo la barriga y donde el parrús.

el poder del pene

Ahí ya me empiezo a plantear seriamente que la cosa se puede desmadrar (aún más) y me vuelven a asaltar las dudas: ¿Y si baja más la mano?, ¿me dejo o le fostio? Por un lado la cosa era cachondona, pero cuando lo físico me ponía tontorrona, lo cerebral me recordaba el look Rasta Spock y la líbido se iba a tomar por c**o.

“Y yo que había venido a relajarme y me estoy contracturando aún más…”

Acabamos con la zona pélvica y vamos a la craneal.

Y ahí es cuando la problemática que yo había planteado al principio, se manifiesta. Rasta Spock sentado en la parte superior de la colchoneta, masajeándome pescuezo (por fin me toca alguna contractura alejada de mis zonas erógenas) y una de sus rastas dando paseíllos por mi jeto.

CANGONTÓ LO QUE SE MENEA.

¿Qué coño es una Madre Moderna?

Vamos terminando y el joven me envuelve cual rollito de primavera en las telas étnicas.

Él que me pregunta qué tal y yo medio adormilada, medio al borde del colapso le balbuceo que “Bien”, añadiendo mentalmente “¿y tú, cari, te has quedado a gustito?”

Y el colega que se abalanza para darme dos besos y yo, que por el desarrollo de los acontecimientos pienso que me puede meter la lengua hasta el duodeno.

No lo hace.

“Chato, si me besas, que tampoco es necesario (las thai no me besan JAMÁS), lo haces cuando esté vestidita y pagando y NO EN BOLAS HECHA UN CANELÓN.”

¿Qué coño es una Madre Moderna?

Ya vestida y por las calles no salía del shock. Y en estos casos lo mejor es llamar a una amiga. A poder ser a alguna que se vaya a descojonar.

-Mabel, querida, salgo de un masaje thai dado por un Rasta Spock y juraría que me ha pegado la metida de mano del siglo.

La otra se descojona, más por imaginar las rastas y las cejas together que porque me metan mano y encima pagando.

Le planteo varias preguntas :

– Tía y si la cosa hubiera ido más lejos, ¿qué hago? ¿me dejo?.

-Pues si te ape…

Siguiente cuestión:

– ¿Y le dejo propina?

no

– Pero qué dices tía, para nada. Que lo hace porque quiere. Si acaso te tiene que hacer descuento.

Joder, cuanta sabiduría encerrada en un cuerpo tan pequeño.

Pasados los días, cada vez tengo más claro que Rasta Spock se puso fino filipino y me asaltan más dudas… ¿vuelvo? La verdad es que me cobraron la mitad que las thai y tampoco estuvo mal. ¿Si vuelvo pensará que me ha gustado y quiero aún más?

En un momento dado y si lo negocio bien, podría sacar descuento a cambio de disimular y hacer ver que tengo contracturas en sitios donde no hay ni músculos. Al final, lo que más me molestó fue el paseo de su rasta por mi cara…

De repente recuerdo un capítulo de Sexo en Nueva York en el que Samantha se ofende porque un masajista buenorro no le provee del final feliz que le había dado a otras clientes. Con lo que me mola a mí la serie, Samantha y los finales felices.

Superintrépida, cojo el teléfono para pedir hora con Rasta Spock. Y le visualizo, tan Rasta y tan Spock. Y visualizo también al masajista buenorro de Samantha. Joder, nada que ver. Seamos realistas, yo nunca fui de sucedáneos.

Así que decido no llamar y volver a mis queridas thai. Sí, me cobran el doble, PERO ME ESTRESAN LA MITAD.

El Poder del Pene

el poder del pene

Cuando publiqué en Facebook cual era el tema de este post se produjo un fenómeno curioso: por un lado las hembras, muertas de la risa, me comunicaban su ansiedad por leer el contenido de tan singular título.

Lo de los machos fue diferente: ex-contrincantes que, de repente y sin venir a cuento, te saludan, te mandan besos… hasta que te das cuenta de que TIENEN MIEDO. Pero chicos, que no… que esto no va de una descripción de EL MIEMBRO. ¿Cómo podéis pensar eso de mí? Yo (casi) nunca haría eso…

Vamos a ver ¿conocéis hombres gays? La respuesta es “sííííí”, a coro y con orgullo. Que tener amigos gays es muy moderno. Ok, second question: ¿conocéis alguna lesbiana? El “sí” ya es menos coral: “sí, una de mi gimnasio…”, “mi prima tiene una amiga lesbiana…”. Haberlas, haylas, PERO MENOS. Ahí ya tenemos el primer indicativo de EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

Another question: ¿cuántos hombres gays conocéis que, una vez probado el género masculino, hayan vuelto al femenino? A coro de nuevo, NINGUNO. ¿Y amigas lesbianas, o puntualmente lesbianas que, probada una cosa hayan retomado la otra? PUES UNAS CUANTAS. ¿Por qué? por EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

El Pene es Poderoso, eso es así. Y me jode, no os creáis. Que esto no una apología de mi heterosexualidad o de las maravillas del Aparato Masculino. PARA NADA. Esto es una manifestación de un hecho que me sorprende, me fastidia y me hace partícipe porque, seamos honestos, su Poder se cierne también sobre mí.

Casi nadie es inmune a EL PODER DEL PENE.

el poder del pene

Fijaos si el Pene es Poderoso, que Freud decidió que las tías vivimos permanentemente angustiadas porque nos sentimos castradas. Vamos, que por la falta de Pene vamos como vaca sin cencerro, como pollo sin cabeza. Sigmund cari, no seré yo la que te contradiga, pero es que pasados los años es bueno avanzar, adaptarnos a los nuevos tiempos y mira: yo he recogido algunos testimonios de féminas angustiadas, ansiosas, histéricas incluso y juraría que su trastorno mental (transitorio o no) responde más a la necesidad de castrar compulsivamente que a la de tener un rabo (propio) entre las piernas.

el poder el pene
La castrada (según Freud)

Y pensaréis que me estoy yendo del tema y he empezado hablando de EL PODER DEL PENE y ahora reniego de él. No, no, no, nooooooooooooo. Seamos claros, EL PODER DEL PENE existe, hemos que vivir con él. Hagámoslo de la mejor manera posible.

Mira que tengo amigos heteros y mira que me cuentan salvajadas. Y nunca me han hablado de una vagina. NEVER. En su caso, las TETAS son la(s) estrella(s), para bien o para mal. “ESE ES TU SUPERPODER”, me soltó uno no hace demasiado sin apartar la vista (y las zarpas) de ellas. Lo cual no deja de ser una paradoja, porque el pechamen suele ser un pasatiempo complementario al deporte principal o FORNICATIO. Curioso pues, que jamás se dediquen piropos a nuestros bajos y en cambio se hable tanto de nuestros altos.

el poder del pene

Busco justificación de estos feos hacia nuestras partes y descubro el término “Vagina Dentata”:  dícese de las vaginas con dientes de algunas mujeres. ¿¿¿¿¿¿¿CÓMOOOOOOOOOOOOORL????? Pues sí, hermanas, esta leyenda se contaba para avisar del peligro de fornicar con mujeres desconocidas. Aquí sí que flipo, pero me ilumino. VÁLGAME DIOS, que he encontrado la respuesta a todas nuestras preguntas. La leyenda de los chirris carnívoros ha pasado de generación en generación y así nos va. MISTERIO RESUELTO. Para las que os quedasteis cabizbajas y meditabundas con mi post sobre “Las Vírgenes Fingidas”, ya podéis respirar ¡EUREKA!

tumblr_m9vxreTwtp1rndt8v
Retrato aproximado de la “Vagina Dentata”

Las tías en cambio, ayyyyyyyyy LAS TÍAS.

Si hay algún macho leyendo esto… atentos señores, porque nosotras y nuestros amigos gays SÍ hablamos de Penes. Y MUCHO. Tamaño, forma, color, textura… TODO UN MUNDO. No pienso entrar en la polémica de si el tamaño importa. IMPORTA, Y PUNTO. Que si sabiendo usarla da igual la carencia…, que si como los ciegos desarrollan otras habilidades… Sí, sí, pero ¿a que todos queremos ver? PUES ESO.

No hay que ser muy list@ para deducir que a más Tamaño, más Poder. Vamos, como en casi todo en la vida.

el poder del pene

Otra manifestación de EL PODER son los monumentos. Esto es como lo del tamaño: el rey con el territorio más grande es el más poderoso, y también el que tiene más estatuas en su honor. PUES LO MISMO: escribes en Google “monumento fálico” y un Universo se abre ante ti: Japón, Islandia, Irán, Corea, etc. son plantaciones de Pepinacos gigantes.

Dscn7768
Con lazadas incluso.

Pero haz lo mismo con “monumentos a la vagina” y lo único que te sale es un descerebrao que se quedó atrapado en una estatua vaginal en Alemania. Y YA ESTÁ. Una sola referencia y es porque uno casi la palma atrapado en un coño pétreo.

estudiantee
¿Qué coño buscaba ahí dentro?

Amig@s, no sabéis cuanto tiempo he esperado para publicar estas líneas. El pudor, el no saber cómo enfocarlo, la falta de concentración, el miedo a la crítica, me han frenado hasta hoy. Pero aquí está. Y ahora, más que en ningún otro post, espero vuestros comentarios. Esto proMETE…

El silencio es oro

El silencio es oro Llevaba yo meses dándole vueltas a esto de que tanto ruido por todas partes no puede ser bueno para nadie, pero como yo no soy un adalid de la tolerancia, no me atrevía a decir ni mú, hasta que hoy ha caído en mis manos un artículo que habla de los efectos del silencio sobre el cerebro. Y he pensado yo, “coño, si habla de los efectos del silencio, fijo también que algo del ruido dirá”. Y LA HE CLAVAO. Os lo cuento todo en mi blog hermano, Weloversize.

EL DÍA QUE MOLA TODO: guía para Madres Estresadas (Parte 1)

madres estresadas

Ayer me llamó mi amiga Laura histérica y desconsolada. Resumiendo mucho, diré que básicamente está hasta el chirri (por no decir coño): del trabajo, del marido que no colabora, de los suegros viviendo en casa, del curso de 4.740 horas los fines de semana, de la culpabilidad por no estar más con El Niño…Vamos, lo que viene siendo un cuadro típico de Madre Estresada (o M.E.)

Mi amiga Laura
Mi amiga Laura

Nos sumergimos en una de esas (interminables) conversaciones en las que te cagas en todo (a dúo), te quejas por todo (a dúo) y decides encontrarle una solución a Esta Mierda (a dúo), de manera que establecimos EL DÍA QUE MOLA TODO. ¿Por qué? Porque llegados a este punto de la vida, parece que lo que mola, mola PERO A MEDIAS. Consigues sacar tiempo para relajarte en la manicura y te llaman del cole porque el niño la ha liado parda, triunfas en el curro y te dan más tareas pero no más sueldo, el que te gusta es muy colega pero luego NÁ DE NÁ. Un asssssssco. EL DÍA QUE MOLA TODO será mensual y minimizaremos toda oportunidad de jodienda. Las normas básicas de convivencia (el incumplimiento conlleva el pago de los copazos) son:

  • Apagar teléfonos (juramento de sangre). Ni Whatsapps ni hostias.
  • No hablar de hijos, ni de maridos ni machos  (si no es para comentar el polvazo que echamos o el que vamos a echar).
  • El curro ni nombrarlo.
  • La palabra “dieta” desaparece de la faz de nuestro cerebro.

El PLANNING DEL DÍA QUE MOLA TODO tiene un objetivo muy claro: pasar de ser una Madre Estresada a una Tía Relajada y Descojonada de la Risa. Los pasos a seguir se desarrollan en Madrid pero son aplicables a cualquier otra ciudad. Solo hay que encontrar unas ubicaciones equivalentes:

Paso 1: Comer en un sitio ideal, sin mucho ruido pero con ambientillo moderno y desenfadado. Algo como Maricastaña, Mamá Campo, Santo,..

Paso 2: Imprescindible algún tratamiento de belleza y/o relax. Puede ser una manicura, pedicura, masaje, alquiler de prositituto… DA IGUAL. El tema es que al salir te sientas relajada y guapa a más no poder.

masaje gato
Masaje Alternativo

Paso 3: (se puede pasar directamente al paso 4 dependiendo de vuestro grado de alcoholismo y/o amor al dulce) Merienda en cafetería/granja/pastelería donde tengan un servicio estupendo y unos dulces aún mejores. Mientras escribo, babeo pensando en la tartita de manzana de Pomme Sucré o en los crepes de Mama Framboise o en un cholocate con churros en la Plaza Mayor, o en … Paso 4: Copazo de la muerte. El borrachismo forma parte sine qua non de esta ecuación. A poder ser en bar bien chulo, con camarero buenorro (nos da igual si es gay) al que decirle alguna barbaridad tras el segundo gin tonic. Pienso en el bar del Hotel Only You o del Urban, La Bicicleta, la terraza del Gymage ahora que empieza el buen tiempo… En este punto, y si todo ha ido bien, las conversaciones deberían limitarse a:

  • Hablar de tíos buenos y de sus miembros viriles (por no decir sus Ra..s o sus Po..as): del camarero, de aquel de tu curro, de tu primer novio, de ese que te tiraste hace un mes y que tenía un pedazo de …
  • Cerdadas (íntimamente relacionada con la anterior): aquel que te dejó que no pudiste sentarte en 3 días, el otro que te dejó el pelo lleno de…, el día que no encontrabas las bragas y volviste a casa bien fresquita…
  • Criticar a esa tía: que rejuvenece y relaja más que nada en este mundo. Da igual a quién, el tema es ponerla verde y quedarte tan a gusto.
  • Hacer planes apasionantes (da igual si no se cumplen): ese viaje a Australia, el libro que vas a escribir, la empresa que vas a montar (dedicada SIEMPRE al diseño de bolsos o a la fabricación de cosméticos naturales y orgánicos, CLARO.)
emma carcajada
Laura que va mejorando, la pobre.

(Dependiendo del estado al que se llegue en el Paso 4 vamos al Paso 5, A o B, o finiquitamos antes de acabar en desastre).

Paso 5. A: Peli. Puede ser en el cine o en casa. Algo que dé muy buen rollo como “Begin Again”, “Love Actually”, “Un Funeral de Muerte”, “Algo pasa con Mery” o cualquiera que te deje con esa sonrisa tontorrona. Nada de pelis afganas en v.o. y Cronenberg ni tocarlo.

Paso 5.B: Si el estado de borrachismo lo permite, hay que IR A BAILAR, como si no hubiera un mañana. Unos ritmos latinos, un rollo disco de los 80 o una sardana…No importa. Si bailáramos más, habría menos úlceras, menos Lexatines y MUCHA MÁS FELICIDAD (además adelgaza).

lena bailando
Terapia Dancing Queen

EL PASO 6, si lo hay, lleva ineludiblemente a un desayuno por las calles, Vagabundo Style. Sinceramente, yo este lo veo lejano pero me imagino ese momento Niñosenelcampamento o Abuelosqueselosllevanalpueblo o Exmaridoresponsable y oye,  todo puede pasar.

Tú, si has llegado al PASO 6
Tú, si has llegado al PASO 6

Llegados a este punto pensaréis que esto no es un día entero, es una tarde-noche-madrugada. Si es que vais desbocadas, almas de Dios, QUE NO TENÉIS LÍMITE. Lo de sacar un día entero es un poco ciencia ficción pero por si acaso, el próximo post será la PARTE 2 y establecerá actividades matinales para completar “EL DÍA QUE MOLA TODO: guía para Madres Estresadas” ¿Y tú? ¿Tienes tu DÍA QUE MOLA TODO particular? ¿Añadirías algún paso?

La Soledad ¿necesidad o vicio?

Mi nombre real me define totalmente, de hecho mucho más que el sobrevenido “Sol”. A mí lo de los calores y las playas como que no.  Si a mi santa madre se le ocurrió llamarme Soledad por algo sería. Lo de ser hija única acabó de marcar mi destino FOREVER.

Solitaria desde siempre y por el avatar vital, pues más. A menos tiempo libre, menos tiempo de soledad, etc. No voy a dar el coñazo con lo que ya sabemos: las madres no tenemos tiempo bla, bla, bla . Si eres soltera, quizás aún menos. Digo lo de “quizás” porque de todos es sabido que en ocasiones el macho adyacente no solo no quita curro sino que DA MÁS (aquí viene el abucheo masculino, que acepto sin pestañear).

Aclaremos mi concepto de Momento Soledad, que tiene tela. Estar sola no es tener a los niños acostados, NO, NO, NO, es que no hay NADIE en mis dominios. Para mí, la Soledad es un estado mentalzenmaravilloso en el que solo entro cuando:

Caso 1: cualquier ser vivo está más allá de la puerta de entrada cerrada con dos vueltas de llave.

Caso 2: estoy por las calles, sin apenas riesgo de encontrarme con alguien conocido que me chafe el plan.

En los dos casos, el tiempo requerido para que la Soledad haga mella positiva en mi estado de ánimo es de un mínimo de 3 horas. Si no,  no me vale.

El AmoralaSoledad rige mi vida: me voy de viaje sola (no siempre, of course), al cine, a tomarme mis mocca blancos, a pasear. Esa fue una de las principales razones para mudarme a Madrid. En la little isla no doy un paso sin encontrarme con alguien que me saluda y/o en el peor de los casos se sienta conmigo allá donde esté  para hacerme compañía (tócate los pelendengues…). Pero la gran ciudad me permite estar sola entre la multitud y que nadie joda MI MOMENTO.

A estas highers ya deberíamos conocer la diferencia entre “estar” (que mola) y “sentirse” (que no mola nada). Ejemplo claro: cuando estaba en proceso de adopción alguien me dijo “qué bien, nunca más estarás sola”. Al borde del Lexatín estuve. Gracias a Dios, al colegio, a los abuelos, a que con el tiempo se pirarán (y me dolerá, claro) ESO NO ES ASÍ. En el otro extremo, os digo que jamás me sentí sola hasta que fui madre. El porqué os lo cuento en otro momento y habrá muchas que estaréis asintiendo con la cabeza ahora mismo (qué ilusión me hará si comentáis algo al respecto aquí abajo).

Me causa fascinación la gente que disfruta SIEMPRE de la presencia de otros humanoides. Les admiro, en serio. Me parece mucho más fácil estar rodeado de otros seres, en el trabajo, en casa. Huir del grupo no siempre es fácil y cada vez menos con tanto Social Media. Además Los Sociables molan, son simpáticos, dan conversación a todo el mundo, organizan actividades, se suman a las ya organizadas sin que ello les suponga analizar al pormenor los pros y los contras de ver a TODA ESA GENTE. Y encima son anormales. NO COMO YO.

Ese fin de semana con las amiguitas:

– Si cuadra, por favor, yo en una habitación SOLA.

– Pero vaya ¿que te da igual si no, VERDAD?

– Hombre pues igual NO me da.

– Pero ¿POR QUÉ?

– Me gusta levantarme SOLA.

– Mira que eres RARITA, hija…

Y así por los siglos de los siglos…

Cuando ya me preocupaba seriamente lo raruno de mis Ansias Solitarias, mi amiga Carmen me lanzó un cable salvador  as usual y me dedicó unas bonitas palabras en la red social “Me ha recordado a tu mente brillante” escribió, y adjuntó un enlace que me ha alegrado la vida. YA ESTÁ, todo solucionado: soy brillante (o algo así). JODER, QUÉ BIEN.

Cuando leí el artículo, por un lado me alivié leyendo que Darwin rechazaba ir a cualquier fiesta y que está demostrado que la soledad fomenta la creatividad entre otras muchas maravillas (ahora debería descubrir algo equiparable a la Teoría de la Evolución, la gravedad o la relación espacio – tiempo, pero no lo veo, la verdad). Por otro, me sentí taaaaaaaan identificada en frases como “la soledad es el aire que respiran” o “solo cuando estoy sola me siento totalmente libre”.

Se supone que estando solos conectamos con lo que queremos y proyectamos conseguirlo. Yo siempre me he preguntado cómo lo hacían los demás para pensar con gente cerca. Yo no puedo, imposible. Pensaba que era lela pero gracias a Carmen ahora sé que no (o por lo menos no por eso). Sola he planeado mis viajes, he decidido estudiar esto o aquello, dejar a ese tío, llamar a ese otro, crear este blog, tener a mis hijos, sola escribo, sola duermo, sola sueño, sola decido donde voy porque así sé que llegaré donde yo quiera, sola decido si comparto mi tiempo con alguien que igualará la perfección de mi Soledad.

Mi Soledad es perfecta porque la elijo. Tan perfecta como ver a los que me ven (y me miran), oír a los que me oyen (y me escuchan) y hablar con los que me hablan (y me dicen).

Y tú, ¿qué eliges?

Pato´s life: el ideal de una madre estresada.

PATO´S LIFE: el ideal de una madre estresada

Empiezo este post en la puerta de embarque número 6 del JFK.

Sí, he vuelto a Nueva York. Lo hago de forma compulsiva o eso quisiera. ¿Algo nuevo? Ahí siguen mi Bow Bridge, el edificio Chrysler y el puente de Brooklyn. Soy yo la que va cambiando y la que, afortunadamente, se renueva en estos lares.

Por lo demás, clásicos que adoro: las visitas de Carmen para rajar despanzurradas en las mega camas del hotel, nuestras quedadas en la puerta del Barnes & Noble de Union Square para decidir donde vamos (qué bonito que te importe un huevo el emplazamiento), las cenas en Craftbar, reír hasta llorar (e incluso soltar gotillas de pis) con la Madre Niuyorkina en cualquier banco callejero…

Algo tenemos en común estas tres personajas: somos de todo menos pausadas, nos zampamos el exceso, pero A LO BESTIA. Curramos hasta enfermar, asistimos a cursos variopintos, proyectamos mil futuros, siempre más y más y más. La vida se nos hace corta.  No tenemos solución en lo que actividad masiva se refiere, y las tres nos planteamos lo mismo again and again: ¿será posible ser una desquiciada sin estresarse? ¿asumir la actividad despiporrada, el trabajo, la maternidad en plan salvaje pero sin que eso nos genere nervios, ansiedades, herpes, granos en el jeto…?

Yo me lo propuse ayer por la mañana en Central Park. Estaba yo en Mi Banco, mirando Mi Puente, el laguito, zampándome un croissant del tamaño de mi cabeza, cuando vi los patos. Esos patos con el cuello verde en grupos de a tres cruzando el lago, deslizándose en paz absoluta, mirando y ADEMÁS VIENDO.

Les miré muuuuuuucho rato y seguían deslizándose y les daban igual los rebaños de japoneses que me tapaban la vista para hacerse 584 fotos (cada uno), las ancianas millonetis con sus perros repeinaos, los deportistas buenorros, los carritos de hot dogs, los estudiantes, los enamorados, yo misma.

Y quise ser pato. PARA MIRAR Y ADEMÁS VER. Para que el móvil, el reloj, la búsqueda de las llaves al salir de casa, el metro que no llega, la bombilla que se funde, el ordenata que no arranca, el cargador olvidado, no me sacaran de quicio nunca más.

¿Jodido? TOMA, CLARO.

En esos momentos una piensa que esta vez sí, que ya sabe lo que quiere y que se va a quedar anclada a la Sensaciónpato forever. Pero eso fue en Central Park y ahora estoy en Chamberí (me encontré con amigos en la puerta 6 del JFK y dejé la escritura para otro momento). Dos semanas después retomo el teclado y la Sensaciónpato. Hoy sí. Hoy no me desquicio. Hoy voy a ver Madrid, voy a escuchar y a escucharme. Hoy no apuraré los minutos para hacer “esa última cosita” antes de salir por la puerta, que me fastidiará irremediablemente la hora siguiente porque, JODER ¡QUÉ MIERDA!, es imposible parar el tiempo por mucho que yo lo intente.

Asumamos que es imposible plancharse los pelos en 2 minutos, hacer la comida en 3 o responder ese maldito mail en 4. Ahora mismo asumo que, aunque seguiría escribiendo y repasando y reescribiendo, el reloj no se va a parar aunque yo apriete los dientes. Y tengo que preparar la cena, ducharme, ponerme mona y salir de casa cagando fostias. Asumiré también que no me da tiempo a colgar todas las fotos que irían bien en este post y que nadie me juzgará por ello.

Shopping cart0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0