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Etiqueta: Netflix

10 razones por las que debes ver “La casa de las flores”

Os escribo mientras escucho la banda sonora de “La casa de las flores”. Y es que, amiguis, desde que vi esta serie, vivo cantando, como Salomé. Esa sería la primera de las muchas razones por las que debéis lanzaros sobre Netflix y comenzar a ver la serie del verano.

1. Lo que os decía: qué banda sonora. Las que somos fans de los ochenta y de lo mejicano estamos de suerte. Qué vivan Yuri, Paulina Rubio, Gloria Trevi. Por no hablar de Baccara, Alaska y demás componentes de este chorreo de músicas melodramáticas y bailables.

https://youtu.be/JqucRYFRPyw

2. No voy a contar de qué va la serie, sorprendeos si aún podéis después de todo lo que se ha hablado de ella, pero os adelanto que Manolo Caro, su creador, se pasa por el mismísimo Jander todos los estereotipos con una inteligencia deslumbrante. Y eso mola. Eso libera.

3. Los diálogos son magistrales. Mezcla perfecta de cinismo, inteligencia y humor.

4. Paulina de la Mora (o Cecilia Suárez). Ya habréis leído sobre su peculiar forma de hablar, lo viral es lo que tiene. Pero, independientemente de su lentitud oral, el personaje en sí es tan complicado y ella lo hace tan maravillosamente bien, que incluso me emociona. La hermana más pija es la más inteligente, la más sensible y la más abierta de mente. Otra patada a los estereotipos. Viva Paulina, Viva Manolo.

5. La serie entera es un canto a la libertad, a la búsqueda de la felicidad, al darle de hostias al qué dirán, a la reinvención sin importar la edad. Un soplo de aire fresco que sigue siendo necesario, lamentablemente.

6. Manolo Caro caricaturiza a la alta sociedad mejicana sin caer en el ridículo. Él camina sobre esa delgada línea que separa la comedia de la broma con una maestría admirable. Ojo, que el muchacho tiene treinta y pocos. Manolo, yo quiero ser tu amiga.

7. Es un regalo para los que reivindicamos que hay que hacer el humor. Que basta ya de dramas, que se puede contar mucho desde la carcajada y no por ello se les resta importancia a los problemas. Lo importante en esta vida es reírse (principalmente de uno mismo), el resto es guarnición.

8. Está llena de momentazos y guiños, como cuando Virginia, el personaje interpretado por Verónica Castro, (icono máximo en México) canta a grito pelado un tema de su hijo Cristian Castro. Aquí se riza el rizo del surrealismo y el tirabuzón resulta de lo más fabuloso.

9. El acento mexicano. Igual esto es cosa mía por aquello del amor a Luis Miguel, a los tacos y a Ciudad de México, pero es que me maravillan sus expresiones y su canturreo.

10. Paco León como María José (o José María). Ya, ya, que le hemos vestido de mujer antes, pero nunca haciendo de mujer transexual, con sus problemas, sus conflictos y su relación con la estratosférica Paulina de la Mora. No caricaturiza, no se sobrepasa. Justa medida todo él.

Y podría seguir hablando de la serie, pero creo que voy a parar para verla otra vez y, de paso, para rezarle al dios de Netflix para que graben una segunda temporada ya mismito.

Disfrutadla, queridas.

Cinco series con protagonistas femeninas que tienes que ver PERO YA.

Yo me pillo unos cabreos monumentales cuando me entero de que un/una amigui ha visto una serie fabulosa y no me la ha recomendado. Sin ir más lejos, me pasó con “Outlander“. Cual fue mi sorpresa cuando, al comentarle a mi mejor amigo “Tío, tío, tío, que tienes que ver la serie del escocés que escuece porque está tremendo y buenísimo y empotra que no veas y…” Y va y me suelta “Huy, la vi hace mucho”.

Pero cómo me puedes hacer esto a mí, MAL AMIGO.

En fin, que como yo no soy así de acaparadora, he hecho una listita de maravillas que, por una u otra razón, creo deberíais ver en estas vacaciones que se aproximan e incluso antes.

BIG LITTLE LIES.

Amiguiiiiiiiiiiiiiiiiis, es necesario que os vayáis raudas y veloces a HBO (ni que me dieran comisión) y os zampéis del tirón esta maravilla. Es solo una temporada, el reparto es despatarrante: Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Shailene Woodley y TACHACHÁÁÁÁÁÁÁÁÁNNNNNN, Alexander Skarsgård, que no puede estar más tremendísimo. Ahora en serio: guión impecable, actuaciones impecables, todo impecable. Una historia de mujeres, de complicidad, de secretos, donde las apariencias engañan y a qué nivel, Maribel. 

THE HANDMAID´S TALE.

Imagina que una especie de secta neoreligiosa toma el poder en Estados Unidos después de que las condiciones medioambientales dejara estéril a la mayoría de la población femenina. Imagina que esclavizan a las mujeres fértiles para que procreen sin orden ni concierto. Pues esta trama que, en un principio, podría parecer una ida de olla del quince ES UNA PUTA MARAVILLA basada en la obra de Margaret Atwood. Si Elisabeth Moss te gustó en “Mad Men” ahora vas a alucinar en colores. En serio, no te la pierdas.

THE GOOD FIGHT

El spin off de “The Good Wife” no puede molar más, y es que esa Diane Lockhart que ya era una fiera como secundaria, ni te cuento lo que es como prota. Encima volvemos a ver a Lucca Quinn, con esos trajes estupendos, esa piel estupenda y esa actuación estupenda. Otra historia de mujeres con ovarios, con poder, pero no por ello sin problemas. Heterogéneas que somos. Y Fabulosas. Diane nos demuestra que hay vida, y MUCHA, más allá de los sesenta. Y como guinda, aparece Rose Leslie (la salvaje de “Juego de Tronos, sí, la que se beneficia a Jon Snow) que está ma-gis-tral.

GIPSY

La nueva de Netflix. He visto solo un par de capítulos, pero os digo desde ya que esta noche me zampo otros dos. A ver, que la prota es Naomi Watts, garantía de calidad, señores. Y encima hace de terapeuta (que no me puede gustar más el rollo psico – suspense – perversión). No os voy a decir más porque solo ha hecho que empezar y ya me ha sorprendido. Espero que os pase lo mismo.

ORANGE IS THE NEW BLACK

Sí, ya lo sé, no es nueva, pero su primera temporada me parece tan, tan, tan buena que no puede faltar en esta lista. Que ahora nos parece muy normal lo de una serie que hable de la vida de las mujeres en prisión, pero hasta que llegaron las Orange, era de lo más impensable. Me gusta por muchos motivos: nos cuenta que a veces no elegimos nuestras propias circunstancias, que incluso en los momentos más jodidos se puede encontrar la ilusión, que hay que ponerse en lugar del de enfrente para saber lo que uno haría en su piel. 

  Y nada más por ahora, amiguis, que ya me contáis lo que os parecen mis sugerencias y, porelamordedios, hacedme llegar las vuestras.
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