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Humor

Seamos putas.

Seamos putas.

quiero ser puta

Estaba yo el sábado que no podía con mi vida. Aún así, salí a cenar algo con mi amiga Candela y bendita sea la hora. Allá que, tras un ceviche muy picante y unos fingers de pollo muy grasientos, llega su amiga Ana. Monísima, listísima y simpatiquísima. Y, desde ya mismo, musa de esta que escribe.

Como no puede ser de otra manera, tras hablar brevemente de trabajo y mudanzas, fuimos al tema hombres, que es muy relajante: que si ese de Tinder que no hay manera de quedar con él, que si aquel que según él practicaba sexo tántrico y en verdad era sexo horrible, que uno que al principio se quedaba a dormir y acabó corriendo por el pasillo al terminar, que otro que en seis meses no bajó a lo que viene siendo la entrepierna… Yo escuchaba desde esa perspectiva que da la madurez o mejor dicho, la inactividad, porque os recuerdo que estamos de luto por mi chirri. No, no ha resucitado. Y pensaba que “vaya perezón aguantar tanta tontería” y que “de buena me he librado”. Sí, es una reflexión un tanto catastrofista pero es lo que hay.

 quiero ser puta

Y allá que, tras un par de gin- tonics, Ana, ya embalada y ofendida por el contenido de la conversación, afirma: “Yo creo que me tendrían que pagar”. Ah, “¿quieres ser puta?”, le pregunto yo sin la más mínima intención de juzgarla, porque aquí que cada una sea todo lo puta que le venga en gana. “Tía, es que siento que me deben algo. Me follan mal, salen por patas, no contestan mensajes. Me deben algo, pues que me paguen y al menos me compro unos zapatos chulos”.

HOSTIAS, QUÉ MARAVILLA.

quiero ser puta

Porque las penas con unos Jimmy Choo, son menos penas. Eso es así.

“Ana, cari, tú no quieres ser puta, lo que quieres es que te indemnicen”, le dije yo, haciendo gala de mis conocimientos jurídicos. “No quieres cobrar por tener sexo, sino porque te han ofendido y eso es MUY RESPETABLE Y MUY LÓGICO, además.”

quiero ser puta

Y es que tocar los ovarios sale MUY barato, señores. El colmo ya es que los Whatsapps son gratis y eso ha incrementado el mareo y la tontería hasta unos límites insospechados. Antes, con los SMS a 0,25 nos pensábamos mucho más lo de tontear porque, en un pis pás te plantabas en cinco euros. Si tonteabas con cinco al mismo tiempo, eran veinticinco euros. NI DE COÑA. Yo propongo lo siguiente:  creemos una app mediante la cual, ante más de diez mensajes sin quedada cara a cara, la/el mareado, cobre veinticinco céntimos por cada frase recibida. No evitamos los malos polvos, pero sí los vapuleos. Algo habríamos avanzado.

Y, por otro lado, señores del poder legislativo, deberíamos crear nuevas figuras delictivas en el código penal. Igual que existe la “omisión del deber de socorro”, podrían crear la “omisión del deber de se corre”.

Es decir, que si no me satisfaces porque no te da la gana, MULTA. Otro delito debería ser el de la Resaparición, que tanto hemos tratado por aquí: que desapareces, pues MULTA. Que apareces para seguir mareando, MULTA. Que cancelas citas compulsivamente, MULTA. Que pretendes que te hagan sexo oral pero tú pasas de corresponder, MULTA.

quiero ser puta

Y así un largo etc. Lo recaudado iría, en parte a la/el damnificada/o y en parte a la Administración, así podría sufragar los servicios de limpieza de Madrid, que está lleno de mierda que no es normal.

Porque lo peor es la cara de gilipollas que se te queda ante determinados comportamientos y encima pensar que no tenemos derecho a quejarnos. Gentes del mundo, no hace falta firmar ningún documento que nos obligue a ser respetuosos y considerados, así como no necesitamos tenerlo para poder exigir tales conductas.

Así que probablemente Ana tenga razón y ya va siendo hora de pedir un poquito de educación, reclamar consideración, reivindicar derechos no escritos y, en caso de ser necesario, solicitar resarcimiento.

Si eso es ser puta, SEAMOS PUTAS.

so

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