Lunes con sol
Lunes con Sol, 1/4/19 (sobre Idris, libros neoyorquinos y mentiras que nos joden la vida)

Nueva York es una ventana sin cortinas
Ando como una loca leyendo libros ambientados en Nueva York. En el próximo viaje que haré con Sola en Nueva York en julio incluiré algunas sorpresillas literarias interesantes y quiero estar preparada. El último que he leído es “Nueva York es una ventana sin cortinas”, de Paolo Cognetti.
“El lugar que he tratado de relatar es una ciudad muy parecida a Nueva York, pero que no es “de verdad” Nueva York. Como Nueva York, está construida sobre el granito, pero también sobre el material impalpable de la imaginación: está hecha de islas, puentes, edificios y de infinitas páginas de papel. La habitan ocho millones de personas, más aquellas que nadie se ha puesto a contar, los personajes que viven en los relatos, las novelas, los poemas.”
Me llamó la atención el título porque me recordó a “Ventanas de Manhattan” de Muñoz Molina, con el que tanto me identifiqué en su momento cuando narraba su proceso de escritura por la Gran Manzana.
El de Cognetti es un libro mezcla de guía histórica, geográfica y literaria clasificada por zonas. Me cautivó cuando, al principio de la novela, leí algo que yo plasmé en mi novela como “Esa ciudad a la que, curiosamente, siempre tengo la sensación de volver, no de ir”. Os la recomiendo si habéis ido o estáis pensando en ir a Nueva York. Y si no también.
Luther
Acaban de estrenar la quinta temporada de “Luther”, la serie policíaca que protagoniza Idris Elba. Como los de Netflix no tienen un pelo de tontos, han hecho doblete con el hombre vivo más sexy del mundo y han lanzado también “Turn up Charlie”, de la que solo aguanté quince minutos. Y mira que me gusta Idris, y mira que está tremendo, y mira que es alto, y mira que madredelamorhermoso, pero la serie, de momento, es intragable. Como no tengo palabra ni nada que se le parezca, fijo que me la zampo en cuanto acabe con “Luther”, que también ha bajado el nivelón, pero que se deja ver, y muy bien, además. Cómo lleva el abrigo este hombre, amiguis.

Como ya nos conocemos, os comento que se quita la camisa como a los veinte minutos de empezar el primer capítulo, que es algo a lo que no nos tiene acostumbradas, lamentablemente. Ahora que ya sabes lo que nos gusta, danos más, Idris, please.
Todo es mentira
En un espléndido domingo de terraceo me comentaba un amigo muy listo que anda jodido: ha dejado su trabajo para dedicarse a su sueño. La ilusión está muy bien, pero la inseguridad, la ausencia de esa estabilidad que el resto de sus amigos tiene y que él siempre ha visto como producto de unas creencias heredadas, ahora le afecta. Vértigo, miedo, un poco de todo. Pareja, casa, hijos. Llegar a los cuarenta sin encajar en los patrones acojona hasta al más pintado.
“Todo es mentira”, le espeté.
Me miró con una mezcla de “Ya lo sé” y “Desarrolla eso”.
Es mentira que en algún momento llegamos a un sitio y ya está todo hecho. Es mentira que los hijos dan la felicidad si no la tenías de antes. Es más, a veces se la devoran sin remedio. Son mentira las familias perfectas de Instagram. Es mentira que el mejor de la clase es el que saca las mejores notas. Es mentira que los mejores de la clase tendrán el mejor trabajo. Es mentira que el mejor trabajo es el mejor pagado. Es mentira que puedes controlar los sentimientos de los otros, así que más te vale dejar de currarte el amor del prójimo o acabarás hecho mierda. Es mentira que eres lo que haces y vales más cuanto más haces. Es mentira que no se puede vivir del arte y es mentira que hay vida sin arte. Debemos sentir que pertenecemos a un lugar, echar de menos lo conocido, no podemos reinventarnos del todo, hay que tener un lugar al que volver: mentira. Es mentira que hay que conformarse con lo que tienes aunque no te satisfaga porque todo el mundo lo hace. Es mentira que todo el mundo se conforma, pero como los quejicas hacen más ruido, los vemos más. Qué coñazo. Los felices van a lo suyo, no te golpean el hombro con su frustración. Son mentira los todos, los nadie, los siempre y los nunca. Es mentira el amor romántico eterno. Son mentira la estabilidad y lo seguro, porque la vida se guarda manotazos inesperados ante los que solo puedes flotar. Es mentira que los que deciden no le tienen miedo a nada, se lanzan a pesar de él.
Comments (12)
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Qué pedazo de post te acabas de marcar, querida!!, a tus pies (como siempre, vamos)!!
Gracias, querida.
¡Que clara y auténtica eres!. ¡¡Me encanta todo lo que escribes!!
Genial, genial i genial!
Símplemente genial.
Gracias mil.
Es increíble la razón que tienes..se trata de sobrevivir ..
Como dijo Aute, “Todo es mentira, menos tú, y si lo fueras te lo suplico, mienteme, bésame y dime todo es mentira menos tú”
😉
Tal cual.
¡Ole!
Parece mentira que puedas superarte y escribes esto…¡ole tú!
“Son mentira la estabilidad y lo seguro, porque la vida se guarda manotazos inesperados ante los que solo puedes flotar”. Qué gran verdad.
Pero para mí aún hay una verdad más absoluta sobre las mentiras: “Las peores mentiras no son las que les contamos a los demás, son las que nos contamos a nosotros mismos”. Esas son de las que nos autoconvencemos, nos calan hondo. Y son de las que es más difícil salir.