Andamos por la vida luchando contra el exceso y contra el defecto. Algunos se inclinan más por un lado que por el otro. En unos casos (como el mío), hay una tendencia enfermiza hacia el desmadre. Cuando salía del noche no veía el día, si me ponía a estudiar podía hacerlo durante doce horas seguidas, estudié la carrera por la tarde para poder dormir hasta el mediodía. Nunca era suficiente.
Como…
En estos días desordenados de Navidad, en los que he empezado unos cinco libros, me topé con “La loca de la casa”. Me apasiona leer a Rosa Montero cuando habla de los que escribimos. Me reconozco aunque no me comparo, no me atrevería. En un momento dado, nos cuenta que los narradores “sabemos que dentro de nosotros somos muchos”.
Y es que algunos sentimos que la vida se nos queda corta y estre…
Son las siete de la mañana del veinticuatro de diciembre. Para cuando leáis estas líneas, la cena de esta noche ya habrá sido. De alguna manera, estoy viajando en el tiempo. Solo espero que la prudencia generalizada haya reinado por encima de la majaronería de algunos. Que unos pocos no nos hayan jodido lo que nos queda de año, y me refiero al 2021, porque el 2020 ya está listo. Que no nos haya…
La mayoría de buenas ideas se me ocurren en la ducha. De hecho, he de pensar un método para poder apuntarlas, porque algunas se me han olvidado para cuando salgo a secarme. La última, más que una idea, fue una afirmación: el premio eres tú. No sé de donde salió, aunque intuyo que tiene mucho que ver con la dificultad que observo en muchas de las mujeres con las que trato para desarrollar su fue…
Conocí a Ana Milán hace años cuando, tras algunos mensajes intercambiados en Twitter, me propuso quedar para tomar un café. Así, por las buenas. Así, por qué no.
Compartimos, no uno, sino varios, en la cafetería de La Central, al día siguiente a la victoria de Trump. Allí coincidimos con unos señores italianos de lo más simpáticos, uno de los cuales nos contó sobre el cura de su pueblo, que le…
El mundo era una fiesta, por eso disfrutaba cada paseo, cada té con leche en una cafetería bonita, el montón de risas con mis amigos en cualquier terraza, en cualquier lugar. Me gustaba, y me gusta, bañarme en el mar de mi isla, bailar hasta la madrugada, abrazar a los que me caen bien, no perder ni un segundo con quien no me aporta nada.
El mundo era bonito y por eso visitaba Nueva York, Ciud…
Andaba yo hablando con mi socia sobre el tema ligoteo. Ella tiene veintiséis, yo cuarenta y siete. Me contaba algo sobre una amiga que había conocido a uno la noche anterior, que no le había encantado y que él había dado con ella a través de Instagram. Le estaba dando la turra a base de bien. Entonces me di cuenta de que mis adoradas redes sociales se convierten en un gran inconveniente a la ho…
La cuarentena, para mí, para tantas, lejos de ser un momento de descanso, ha supuesto una fuente de estrés y agotamiento tremendo. He seguido trabajando, con los niños en casa, sin ayuda… Un cacao. El resultado es que, después de tres meses dedicándome a hacer, hacer y hacer, tengo la necesidad imperiosa de absorber, leer, ver, escuchar, mirar alrededor para llenarme. Busco artículos en inter…
Sueño con comidas y cenas repletas de charlas y risas interminables, en mesas largas con manteles de lino y platos bonitos. Con vino, aunque yo no bebo vino. En uno de esos cenadores de la Provenza, aunque no sea en la Provenza porque L´Empordà es maravilloso, está aquí mismo y hay que apoyar el turismo nacional. Quiero sábanas blancas y velas que huelan a limpio, levantarme cuando aún hace fre…
Le echaba yo la culpa a la cuarentena de mis nuevas lacras: he perdido la forma física a pesar de haber sido bastante constante en lo que al deporte se refiere, las canas se han multiplicado y he perdido dioptrías a más no poder. El confinamiento, el estrés, la falta de aire puro me han envejecido, pero ya verás ahora que estamos volviendo a la normalidad, todo se va a poner en su sitio: mi tra…