Conocí a Ana Milán hace años cuando, tras algunos mensajes intercambiados en Twitter, me propuso quedar para tomar un café. Así, por las buenas. Así, por qué no.
Compartimos, no uno, sino varios, en la cafetería de La Central, al día siguiente a la victoria de Trump. Allí coincidimos con unos señores italianos de lo más simpáticos, uno de los cuales nos contó sobre el cura de su pueblo, que le…
El mundo era una fiesta, por eso disfrutaba cada paseo, cada té con leche en una cafetería bonita, el montón de risas con mis amigos en cualquier terraza, en cualquier lugar. Me gustaba, y me gusta, bañarme en el mar de mi isla, bailar hasta la madrugada, abrazar a los que me caen bien, no perder ni un segundo con quien no me aporta nada.
El mundo era bonito y por eso visitaba Nueva York, Ciud…
La cuarentena, para mí, para tantas, lejos de ser un momento de descanso, ha supuesto una fuente de estrés y agotamiento tremendo. He seguido trabajando, con los niños en casa, sin ayuda… Un cacao. El resultado es que, después de tres meses dedicándome a hacer, hacer y hacer, tengo la necesidad imperiosa de absorber, leer, ver, escuchar, mirar alrededor para llenarme. Busco artículos en inter…
Sueño con comidas y cenas repletas de charlas y risas interminables, en mesas largas con manteles de lino y platos bonitos. Con vino, aunque yo no bebo vino. En uno de esos cenadores de la Provenza, aunque no sea en la Provenza porque L´Empordà es maravilloso, está aquí mismo y hay que apoyar el turismo nacional. Quiero sábanas blancas y velas que huelan a limpio, levantarme cuando aún hace fre…
Le echaba yo la culpa a la cuarentena de mis nuevas lacras: he perdido la forma física a pesar de haber sido bastante constante en lo que al deporte se refiere, las canas se han multiplicado y he perdido dioptrías a más no poder. El confinamiento, el estrés, la falta de aire puro me han envejecido, pero ya verás ahora que estamos volviendo a la normalidad, todo se va a poner en su sitio: mi tra…
Crecimos pensando que el éxito eran aplausos, premios y dinero. Un trabajo en una empresa bien grande, donde vestirías elegante y asistirías a reuniones con otros seres tan exitosos como tú. Si, encima, tu puesto incluye viajes y más viajes, eres la bomba. Una pareja, claro, el novio entre los veinte y los treinta; el marido después; los hijos, fuente de la felicidad suprema, llegan a los dos a…
Que perder el olfato es un asco porque me gustan mis olores: las velas de vainilla, el suavizante de las sábanas limpias, el bizcocho de naranja, mis decenas de potingues que huelen a relax y felicidad. Los olores son infancia, son besos, son verano, son noches locas. Voy a perseguir olores y voy a coleccionarlos aún más que antes. La elegancia, el buen humor y el hogar a veces no se ven, pero …
Si fuera psicóloga, seguramente este artículo se llamaría de otra manera. Pero soy coach, amiguis y lo nuestro va de generar un plan de acción que nos lleve desde donde estamos hasta donde queremos estar. Vivo en Guadalajara y me quiero mudar a Madrid, a ver cómo lo consigo; me he dado cuenta de que he de ganar más pasta para vivir como quiero vivir, planifiquemos cómo conseguirlo; me he propue…
Porque nunca son suficientes y ya hacía mucho que no alimentaba esta lista.
176.Que, en menos de quince días, escucharé a Zaz en directo. Rezo todas las noches para que incluya “Eblouie par la Nuit” en el repertorio. Si lo hace, lloraré. Mucho.
177.Hablar de gilipolleces durante horas con mis golondrinas del otro lado del charco. Mandarnos fotos de tíos buenos …
Lo sospechaba: vamos como vacas sin cencerro y nuestro mal tiene un nombre, CARGA MENTAL. Lo he descubierto por un vídeo de Procter & Gamble, en el que varias parejas que declaran compartir las tareas del hogar en igualdad, proceden a intercambiarse los móviles para revisar las tareas de cada uno. Las del hombre son tres o cuatro, la mayoría relacionadas con el trabajo. Las de la mujer…..